Viejos terribles
Rafa Latorre

Viejos terribles

Hace no menos de 15 años asistí a una conferencia de Carlos Pumares en un colegio mayor. En el tiempo que ha pasado desde entonces la televisión -con la complicidad del propio Pumares- se ha encargado de hacernos olvidar que es un erudito que ha visto miles de películas, con una memoria privilegiada capaz de recordar los detalles más nimios de una producción olvidada por todos y con un capacidad prodigiosa para entusiasmar desde la radio a los aficionados al cine.

De uno en uno
Ferran Caballero

De uno en uno

Dice Carmena que un homenaje a Miguel Ángel Blanco menosprecia a otras víctimas y me parece muy normal. Porque ella y su izquierda no se conforman con recordar a un solo hombre; quieren acabar con el mal. A Carmena y a los suyos les sabe a poco un homenaje a Miguel Ángel Blanco, porque Miguel Ángel Blanco no son todas las víctimas de Eta. Y por eso le sabría a poco un homenaje a todas las víctimas de Eta, porque no son todas las víctimas del conflicto, que tampoco son todas las víctimas del terrorismo, que no son tampoco todas las buenas gentes que sufren y han sufrido y sufrirán en este mundo lleno de injusticia y de dolor.

El protocolo de los sabios antisionistas
Ricardo Dudda

El protocolo de los sabios antisionistas

Ken Loach no es famoso por sus opiniones matizadas. Sus películas suelen ser siempre maniqueas, un bien virtuoso y perfecto contra un mal horrible y perfectamente identificado. Por eso no sorprende el artículo que ha escrito el cineasta británico en The Independent contra la banda Radiohead. Les acusa de blanquear el “apartheid” israelí al actuar en Tel Aviv. Para Loach, la decisión está clara: o estás con los oprimidos o con los opresores. Para los que no vemos el mundo con ese simplismo, el boicot cultural a Israel es una idea estúpida. Suele ser contraproducente, porque ataca a personalidades favorables a la paz y a la reconciliación. Es un acto narcisista e inefectivo que solo favorece a la derecha nacionalista israelí, siempre fomentando la idea del victimismo y de la amenaza exterior. Y suele coquetear con el antisemitismo: muchos antisemitas se esconden tras el concepto antisionismo. Los antisemitas vestidos de antisionistas confunden a todos los judíos con Israel. Loach, como muchos activistas anti-Israel, confunde el gobierno de Israel, y sus políticas, con todos los habitantes de Israel.

Morir, vivir
Aurora Nacarino-Brabo

Morir, vivir

Era por la tarde, cuando el agua es más azul. Estábamos jugando a bulldog. Los concursantes deben cruzar el ancho de la piscina sin ser pillados por quien hace las veces de perro guardián. Cada vez que alguien es capturado, ha de unirse a las labores de vigilancia, hasta que solo queda un concursante victorioso.

¡Qué hermosa fue la revolución!
Gregorio Luri

¡Qué hermosa fue la revolución!

“Al doblar la esquina de la Rambla nos hemos llevado una sorpresa tremenda: ante nuestros ojos, de golpe, la revolución”, escribió Frank Borkenau al llegar a Barcelona. ¡Y qué hermosa parecía! De repente era posible improvisar la propia vida para acercarla a la medida de los sueños.

Crímenes comparables
José Antonio Montano

Crímenes comparables

Alguien dijo, cuando liberaron a José Antonio Ortega Lara, que parecía salido de un campo de concentración nazi. Se horrorizaba de que algo así se hubiera visto de nuevo en Europa. Cuando asesinaron a Miguel Ángel Blanco, la comparación fue con los últimos fusilamientos franquistas: la espera atroz, “al alba, al alba…”.

La muerte del califa
Ignacio Vidal-Folch

La muerte del califa

La confirmación por parte del Laboratorio Sirio de los Derechos Humanos de la muerte del califa Ibrahim (Abu Bakr Al Baghdadi), anunciado hace unas semanas por Rusia –parece que Ibrahim halló la muerte durante un bombardeo de la aviación rusa-, y precisamente en fechas en que Mosul…

La frivolidad y la muerte de Aunión
José Carlos Rodríguez

La frivolidad y la muerte de Aunión

Me angustian los dos segundos y medio que transcurren entre la ingravidez a 30 metros de altura y el impacto. El tiempo que lleva abrir la puerta de una habitación, el de un sorbo a una taza de café o la lectura del título de un libro. El tiempo de un último abrazo, el de un apretón de manos, el de una mirada.

Cómo sobrevivir al verano
Enrique García-Máiquez

Cómo sobrevivir al verano

Mi método va mucho más allá del manual de supervivencia: no piense en divertirse, no se esfuerce en descansar y, sobre todo, no veranee. Concentrarse en divertirse es una paradoja etimológica y existencial que conduce a la neurosis. Esforzarse en descansar es un oxímoron. Veranear convierte un sustantivo tan evocativo como el verano en un verbo activo, con lo que exige eso.