
Francia, "casa tomada"
Europa vibra con cada palabra y cada gesto de Emmanuel Macron, ese JFK que todos necesitábamos para volver a sentirnos orgullosos de nuestros políticos.

Europa vibra con cada palabra y cada gesto de Emmanuel Macron, ese JFK que todos necesitábamos para volver a sentirnos orgullosos de nuestros políticos.

Entrevisté a Gregorio Morán hace unos cuantos años. Me enviaron de un digital con una paga pactada. Como provengo de una playa solazosa cualquier esfuerzo por subir una ciudad abrupta me parece una derrota definitiva.

El PSOE de Pedro Sánchez compró el relato de Podemos e Izquierda Unida de que el partido no es suficientemente de izquierdas, en lugar de controlar el discurso y determinar qué es ser de izquierdas en el siglo XXI. Ser de izquierdas en el siglo XXI casa difícilmente con una declaración del país como plurinacional. España es multicultural y diversa. Tiene diferentes lenguas. Un Estado moderno debería respetar las diferencias y fomentar su reconocimiento sin mencionar naciones históricas ni atavismos.

La Guerra Civil se comprende mejor desde la sección de comentarios de una noticia cualquiera de un diario español cualquiera.

El nuevo Sánchez ha resultado ser el mismo Sánchez. Al menos en lo que dice: queda por ver qué hará más allá de sus palabras. En su discurso de clausura del congreso del PSOE tenía que contentar a la militancia que lo ha aupado

Una de las manifestaciones recientes más reveladoras –por excluyente- del nacionalismo catalán tuvo lugar tras las últimas elecciones autonómicas en 2015.

Puede mirar a su alrededor y aguzar el oído. Probablemente haya alguien escuchando música cerca o, quizá, sea usted mismo quien lo esté haciendo delante de la pantalla del ordenador.

Tras asegurarse una formidable mayoría parlamentaria -afeada por la fatiga participativa de los franceses- que parecía impensable hace apenas seis meses, la pregunta sobre el populismo de Macron presenta un interés que va más allá de la teoría y apunta hacia las lecciones que puedan extraerse de su vertiginosa conquista del poder.

Que Podemos perdería la moción de censura era tan evidente como que para poder ganar una guerra hay que atreverse a perder alguna batalla (y algunos cuantos miles de hombres).