Necesitamos a los héroes
José Carlos Rodríguez

Necesitamos a los héroes

La iglesia del Corpus Christi, en Las Rozas, ha albergado el funeral por el ciudadano español Ignacio Echeverría. Es el hombre que perdió su vida defendiendo la de otros durante el último atentado perpetrado en Londres por los más fieles de entre los que tiene Mahoma. Fue a enfrentarse a la muerte, y perdió. Ignacio sabía bien lo que era jugársela. En una ocasión se lanzó al mar, dando la espalda a una bandera roja, para sacar de los brazos del agua a su hermano. Tenía madera de héroe. Seguro que su catolicismo le ayudó a ayudar al prójimo en peligro. Seguro que la fe en que los justos recibirán un premio eterno le consoló de antemano en su cara a cara con la muerte. Ya no se lo podrá explicar a un descreído como yo, que de la fe guardo sólo el recuerdo.

Ilegal y menguante referéndum
Andrea Mármol

Ilegal y menguante referéndum

“Apelamos a todos los demócratas de Europa y del mundo a que nos apoyen”, sentenció el exfutbolista Pep Guardiola, nuevo encargado oficial de internacionalizar el derecho a la autodeterminación del oprimido pueblo catalán. Fue el pasado domingo, en un acto bajo la batuta de los líderes del separatismo catalán.

No basta con tener razón
Antonio García Maldonado

No basta con tener razón

El anuncio del referéndum de independencia para el próximo 1 de octubre anunciado por Carles Puigdemont no es ninguna sorpresa. El Govern no tenía opción de echarse atrás dados los compromisos retóricos que había ido adquiriendo. Y si hacía falta alguna otra evidencia que mostrara que este movimiento ha perdido contacto con la mitad de la propia Cataluña y con la realidad, ahí está la seriedad con la que Pep Guardiola pidió auxilio internacional contra “un Estado autoritario”. Lo triste no es que él lo pronunciara, sino la sospecha de que es un pensamiento relativamente extendido. Aunque quien amenazara con un nuevo Estado autoritario fuera Lluis Llach al advertir de que los funcionarios que no siguieran las leyes de desconexión “serían perseguidos”.

Enseñar a fracasar
Jesús Montiel

Enseñar a fracasar

Siete años impartiendo clases en la Universidad, además de un salario suficiente para saltar el obstáculo de las facturas, procuran una idea del futuro más inmediato. Quiero decir que el trato con alumnos proporciona pistas que ayudan a sospechar el tipo de ciudadano que tomará las riendas del país en pocos años. Y lo que nos espera, lo digo ya, es inquietante. Podría rebatir con empirismo el mantra «la generación más preparada de la historia»; pero dejemos lo académico y limitémonos a lo humano: el alumno, antes que una cifra o una ortografía más o menos cristiana, es alguien que afronta la realidad desde unos prepuestos ontológicos. Y entre estos, según lo que veo, apenas hay sitio para el fracaso.

Homo Digitalis
Laura Fàbregas

Homo Digitalis

El día que vi a mi vecina feminista y antisistema usar Tinder me di cuenta de que la revolución estaba perdida. Casi muerta y enterrada, coleando en foros virtuales.

Nuestro Héctor
Daniel Capó

Nuestro Héctor

«Más que una conquista –escribe Rachel Bespaloff en De la Ilíada–, el sentido de lo verdadero es un don». El don es la dignidad humana, cuyo valor se asienta en los límites precisos de la experiencia concreta y no en el coro de los derechos abstractos. «Lo que Homero exalta y santifica frente a Nietzsche –prosigue la filósofa búlgara– no es el triunfo de la fuerza victoriosa, sino la energía humana en la desgracia, la belleza del guerrero muerto, la gloria del héroe sacrificado, el canto del poeta en los tiempos futuros; todo aquello que, vencido por la fatalidad, sigue desafiándola y la supera».

Aprender a golpes y dando golpes
Pilar Cernuda

Aprender a golpes y dando golpes

A Pedro Sánchez no se le va de la boca el “he aprendido de los errores cometidos”. Qué menos. Esos errores le costaron la secretaría general, una depresión profunda, la pérdida de amigos de la política que eran también amigos personales, y una preocupación seria por su futuro económico y profesional. Sufrió golpes importantes, sin duda, pero también él los dio y fueron dolorosos: dejó a su partido para el arrastre, desalojó del terreno de juego a personas que forman parte de la mejor historia del partido, engañó a muchos y decepcionó a muchos más, e intentó echarse en brazos de quien más podía perjudicar al Psoe, Pablo Iglesias. Así que si hay que hablar de quién ha sufrido más como consecuencia del primer mandato de Sánchez, la cosa quedaría en empate, en tablas.