THE OBJECTIVE
Matias Costa

Responsabilidad

Abajo están lloviendo hostias en todas las direcciones y cada vez se complica más, arriba lo que llueve es puro y ordenado, las grandes potencias al servicio de las grandes corporaciones, modificando una vez más el mapa geoestratégico del mundo para proteger sus intereses.

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Responsabilidad

Abajo están lloviendo hostias en todas las direcciones y cada vez se complica más, arriba lo que llueve es puro y ordenado, las grandes potencias al servicio de las grandes corporaciones, modificando una vez más el mapa geoestratégico del mundo para proteger sus intereses.

Hace ahora casi un año formé parte del equipo fundacional de THE OBJECTIVE. Mi labor fue la de poner en marcha el departamento de fotografía y dotar de una personalidad visual propia a la nueva criatura. Como todo en esta vida, aquello fue relativo, aproximado y provisional, pero no quise desvincularme del todo de un proyecto que me sigue pareciendo una apuesta valiente y necesaria (mejorable, también como todo). Y aquí me tienen, cada semana tratando de dar lo mejor de mí en esta columna en la que me dejan escribir de lo que quiera, siempre que tenga relación con una foto-noticia publicada en THE OBJECTIVE.

A mi entender, la opinión y la fotografía son dos herramientas en demasiadas ocasiones mal empleadas en nuestro periodismo. La primera por exceso de tolerancia de los medios con textos mal documentados o interesados o mal escritos o faltos de criterio propio y generador de nuevos puntos de vista o sencillamente tendenciosos, insultantes, histéricos. La opinión nos llega muchas veces en forma de vertido tóxico que enturbia las aguas y acorrala la vida.

En cuanto a la fotografía, sigo pensando que la formación es una asignatura pendiente: no existe una carrera universitaria reglada y de calidad para aquellos que van a asumir la responsabilidad de decidir la dieta visual de millones de consumidores. Por lo general al frente de los departamentos de fotografía hay gente de procedencias muy diversas, cuyo principal problema es que tienen las manos atadas ya que las decisiones sobre las imágenes que se publican las toma hoy por hoy cualquiera que pase por allí.

En ambos casos detecto una ausencia total de responsabilidad. Esto debería preocupar a cualquier lector, es como si los libros de texto de nuestros hijos los escribieran cuatro iluminados en una noche de borrachera. Nuestra formación política, nuestra figura como ciudadanos activos en la sociedad está directamente vinculada a la calidad y variedad de lo que consumimos en los medios, incluidas las redes sociales.

Esta imagen de los paracaidistas de la OTAN sobre el cielo de Polonia es un buen ejemplo de cómo la fotografía puede generar una espacio de reflexión: abajo están lloviendo hostias en todas las direcciones y cada vez se complica más, arriba lo que llueve es puro y ordenado, las grandes potencias al servicio de las grandes corporaciones, modificando una vez más el mapa geoestratégico del mundo para proteger sus intereses.

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