Unos 300 municipios catalanes deciden no sumarse a la festividad de la Constitución
«Trabajar en festivo no es menos excpecional», ha declarado la presidenta de la entidad, Neus Lloveras. Aparte de esta nuevo modalidad para «no conmemorar» la Constitución de 1978, ya es tradición que a la recepción oficial en el Congreso de los Diputados no acudan ni los representantes catalanes de la antigua Convergencia i Unió, ni los vascos del PNV. Este año no ha sido una excepción. En esta ocasión, también han excusado su asistencia los diputados valencianos de Compromís. Pero la noticia la protagonizó hace unos días Podemos tras anunciar que ni su secretario general, Pablo Iglesias, ni el portavoz del Grupo Parlamentario en el Congreso, Íñigo Errejón, acudirían al homenaje a la Constitución. En representación de Podemos han asistido la diputada Carolina Bescansa y el número dos del partido, Pablo Echenique. En la recepción, los políticos han hablado de uno de los temas más actuales de la política española: la necesidad o no de reformar la Constitución y, en caso afirmativo, el alcance de dicha reforma. Esta semana, el Grupo Socialista ha presentado una iniciativa para acelerar el debate sobre la reforma de la Carta Magna, y la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró la semana pasada en el Congreso que el Gobierno está dispuesto a hablar de la reforma constitucional, pero «sin precipitarse» y «buscando el consenso de todos los españoles». El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha manifestado este martes en el Congreso que no tiene ningún problema en abordar esta cuestión pero ha matizado, «primer hay que saber qué se quiere reformar». Para él y su partido está claro que la reforma constitucional no incluyen cambios ni en la soberanía ni en la unidad de España.
De nuevo Cataluña ha marcado la diferencia con el resto de España este 6 de diciembre, festivo en todo el país para conmemorar el Día de la Constitución. Unos 300 municipios catalanes pertenecientes a L’Associació de Municipis per la Independència (AMI) han optado por no sumarse a la fiesta, y en su lugar sus concejales han acudido a trabajar y han leído un manifiesto «reivindicando los derechos nacionales de Cataluña y el bloqueo que la Constitución supone para el avance nacional y social del país». En el Congreso de los Diputados han coincidido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, y el tema central ha sido la reforma de la Carta Magna.
«Trabajar en festivo no es menos excpecional», ha declarado la presidenta de la entidad, Neus Lloveras. Aparte de esta nuevo modalidad para «no conmemorar» la Constitución de 1978, ya es tradición que a la recepción oficial en el Congreso de los Diputados no acudan ni los representantes catalanes de la antigua Convergencia i Unió, ni los vascos del PNV. Este año no ha sido una excepción. En esta ocasión, también han excusado su asistencia los diputados valencianos de Compromís. Pero la noticia la protagonizó hace unos días Podemos tras anunciar que ni su secretario general, Pablo Iglesias, ni el portavoz del Grupo Parlamentario en el Congreso, Íñigo Errejón, acudirían al homenaje a la Constitución. En representación de Podemos han asistido la diputada Carolina Bescansa y el número dos del partido, Pablo Echenique.
En la recepción, los políticos han hablado de uno de los temas más actuales de la política española: la necesidad o no de reformar la Constitución y, en caso afirmativo, el alcance de dicha reforma. Esta semana, el Grupo Socialista ha presentado una iniciativa para acelerar el debate sobre la reforma de la Carta Magna, y la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró la semana pasada en el Congreso que el Gobierno está dispuesto a hablar de la reforma constitucional, pero «sin precipitarse» y «buscando el consenso de todos los españoles». El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha manifestado este martes en el Congreso que no tiene ningún problema en abordar esta cuestión pero ha matizado, «primer hay que saber qué se quiere reformar». Para él y su partido está claro que la reforma constitucional no incluyen cambios ni en la soberanía ni en la unidad de España.