La Corte Suprema de Egipto falla en contra de la cesión de dos islas a Arabia Saudí
La corte juzgó que los islotes deshabitados de Tiran y Sanafir eran territorios egipcios, contrariamente a lo que afirmaba el gobierno que había anunciado su cesión a Arabia Saudí durante una visita a la capital egipcia del rey Salman, el pasado abril. El anuncio de la cesión de estas islas indignó a la opinión pública y provocó manifestaciones contra el gobierno del presidente Abdel Fatah Al Sisi. El gobierno había justificado su cesión alegando que los dos islotes pertenecían a Arabia Saudí pero que Riad había pedido a Egipto en 1950 que se encargara de su protección. La Corte Suprema precisó que la decisión sobre su pertenencia a Egipto era «unánime». Tras el anuncio, en la sala se oyeron gritos que alegría de los militantes, que cantaban: «¡Estas islas son egipcias!». La decisión de la corte es definitiva y contra la que no cabe apelación.
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Un alto tribunal de Egipto ha fallado en contra de la decisión del gobierno de entregar dos islas del Mar Rojo a Arabia Saudí, en un veredicto histórico que podría avivar las tensiones entre las dos naciones. La Corte Suprema Administrativa dijo que las dos islas, Sanafir y Tiran, son egipcias, descreditando la afirmación del gobierno de que pertenecen a Araba Saudí.
La corte juzgó que los islotes deshabitados de Tiran y Sanafir eran territorios egipcios, contrariamente a lo que afirmaba el gobierno que había anunciado su cesión a Arabia Saudí durante una visita a la capital egipcia del rey Salman, el pasado abril. El anuncio de la cesión de estas islas indignó a la opinión pública y provocó manifestaciones contra el gobierno del presidente Abdel Fatah Al Sisi. El gobierno había justificado su cesión alegando que los dos islotes pertenecían a Arabia Saudí pero que Riad había pedido a Egipto en 1950 que se encargara de su protección. La Corte Suprema precisó que la decisión sobre su pertenencia a Egipto era «unánime». Tras el anuncio, en la sala se oyeron gritos que alegría de los militantes, que cantaban: «¡Estas islas son egipcias!». La decisión de la corte es definitiva y contra la que no cabe apelación.
