El cuerpo del Nobel de la Paz Liu Xiaobo es incinerado en una ceremonia privada

El Nobel de la Paz y disidente chino, Liu Xiaobo, ha sido incinerado este sábado en una ceremonia privada, han informado las autoridades chinas, mientras crecen los temores entre amigos, activistas y gobiernos por el bienestar de su viuda, la poetisa Liu Xia, sometida a arresto domiciliario por el Gobierno y con quien sus amigos no han podido contactar desde la muerte de su marido.

Las autoridades locales de la ciudad de Shenyang han asegurado que Liu Xia «es libre». «El Gobierno chino protegerá los derechos legítimos de Liu Xia en base a la ley», ha dicho el portavoz de la Oficina de Información del Gobierno de Shenyang.

Al funeral de Liu Xiaobo, que falleció el jueves a los 61 años bajo custodia y tras casi nueve años en prisión, han acudido su mujer y algunos amigos de la familia, han informado las autoridades de Shenyang en una rueda de prensa, informa Efe. “El cuerpo de Liu fue incinerado la mañana del sábado de acuerdo a la voluntad de la familia y las normas locales”, ha publicado la agencia oficial china Xinhua.

La familia temía que el Gobierno no cumpliera con sus deseos, pues no había precisado lo que se haría con las cenizas del intelectual. Sin embargo, horas más tarde, el hermano del Nobel de la Paz ha anunciado en una rueda de prensa que las cenizas de Liu Xiaobo han sido esparcidas al mar, informa AFP.

Su viuda, que fue puesta bajo control poco después de que su marido recibiera el Nobel de la Paz y sin ser acusada de delito alguno, se encontraba en un estado frágil durante el funeral, en el que ha posado frente a las cámaras mostrando una foto de su marido.

Liu Xia solo pudo reencontrarse con su marido cuando este fue trasladado al hospital desde la cárcel por las complicaciones de su cáncer de hígado. Tras la muerte de Liu Xiaobo, los amigos de la familia aseguran que las autoridades siguen vigilando a su viuda y que no le permiten comunicarse son sus amigos o con la prensa.

El Nobel de la Paz fue condenado en 2009 a 11 años de prisión por “incitar a la subversión”, debido a su participación en la escritura de un manifiesto político que pedía reformas democráticas. Tras cumplir gran parte de su condena, fue diagnosticado con un cáncer en fase terminal e ingresado en el hospital en el que murió, sin permitirle buscar ayuda en el extranjero como solicitó tanto él como la familia.