El jefe de los Guardianes de la Revolución anuncia "el fin de la sedición" en Irán

El jefe de los Guardianes de la Revolución, el general Mohamad Ali Jafari, ha anunciado este miércoles «el fin de la sedición», en referencia a las protestas contra el poder, la corrupción y las dificultades económicas que sacuden Irán desde hace una semana. «En este movimiento de sedición ha habido como mucho concentraciones de 1.500 personas y el número de alborotadores no superó las 15.000 personas en todo el país», ha añadido, en declaraciones publicadas por la web de los Guardianes de la Revolución y recogidas por AFP.

La noticia se conoce el mismo día en el que el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, ha urgido a las autoridades iraníes a rebajar las tensiones y a manejar con «gran cuidado» las protestas en el país, así como a investigar todas las muertes registradas hasta ahora, más de 20 según el organismo multilateral. «Estoy profundamente preocupado por las informaciones que apuntan a más de 20 muertos, entre ellos un niño de 11 años, y por los cientos de detenidos durante la reciente ola de protestas en Irán», ha señalado Zeid en un comunicado recogido por Efe.

«Las autoridades iraníes deben respetar el derecho de todos los manifestantes y detenidos, incluido su derecho a la vida, y deben garantizar su seguridad», ha añadido. Zeid considera necesaria una investigación concienzuda, independiente e imparcial de todos los actos de violencia que han tenido lugar en el marco de las protestas. También ha pedido un esfuerzo concertado por parte de las autoridades iraníes para asegurar que todas las fuerzas de seguridad actúen de manera proporcionada y según lo estrictamente necesario, a la vez que ha añadido que toda medida debe enmarcarse «plenamente» en el derecho internacional.

El alto comisionado ha subrayado que los iraníes que han salido a la calle para expresar su descontento con las políticas del Gobierno tienen el derecho a ser oídos, y abogó por resolver mediante el diálogo los problemas planteados, «en pleno respeto a la libertad de expresión y al derecho a la reunión pacífica». «Es esencial que las medidas de las autoridades no provoquen una espiral de violencia como en 2009», ha advertido Zeid. «Las autoridades tienen que tomar todas las medidas necesarias para asegurar que esto no vuelva a ocurrir», ha insistido, al tiempo que recordó que las protestas pacíficas no deben ser criminalizadas y que «son una parte legítima del proceso democrático».