El Gobierno de EEUU pide al Pentágono que acoja a 12.000 inmigrantes indocumentados

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) estadounidense ha pedido al Pentágono que acoja a 12.000 indocumentados, 2.000 de ellos en un plazo de 45 días, en bases militares o, en su defecto, en campamentos construidos en terrenos de su propiedad que alberguen hasta 4.000 personas cada uno. Esta decisión se produce a tenor de la suspensión de la polémica política de “tolerancia cero” con la inmigración ejercida por el Gobierno de Donald Trump, que separó durante dos meses a padres e hijos que cruzaban la frontera sin papeles.

Los campamentos, tal como ha comunicado el DHS al Pentágono, deberían construirse en Texas, Nuevo México, Arizona o California (los estados fronterizos con México) para ubicar a los indocumentados cerca de las áreas de detención. El jefe del Pentágono, James Mattis, ha informado de que se están acondicionando instalaciones en el cuartel de Fort Bliss y en la base de la Fuerza Aérea de Goodfellow, ambas en Texas, para acoger a los inmigrantes. De hecho, la revista Time ha informado de que la Armada estadounidense está trabajando en un plan para la construcción de campamentos “temporales y austeros” en instalaciones castrenses para acoger a miles de indocumentados.

Mattis ha resaltado la importancia de “dar cobijo a la gente que no lo tiene” y ha comparado la medida con otras acciones similares ejecutadas por el Departamento de Defensa en diversas crisis humanitarias. Con las nuevas plazas abiertas del Pentágono, el Gobierno se asegura espacios suficientes para albergar a más familias de inmigrantes y no tendrá que dejar en libertad a algunas de ellas debido a la saturación de los centros de detención para inmigrantes, informa Efe.

Trump había justificado la separación de los niños de sus familias en la frontera alegando que era una necesidad para poder procesar a sus padres por entrar ilegalmente al país. Según datos oficiales, entre el 5 de mayo y el 9 de junio las autoridades fronterizas separaron a 2.432 niños cuyas familias están arrestadas en espera de proceso criminal por entrar clandestinamente a Estados Unidos.