El número de fallecidos por los incendios en California asciende a 77
La cifra de muertos que ha provocado el incendio más mortal de la historia de California ha aumentado a 77, según ha informado la oficina del sheriff del condado de Butte, donde el fuego bautizado como Camp Fire ha arrasado ya un área de aproximadamente el tamaño de Chicago.
La cifra de muertos que ha provocado el incendio más mortal de la historia de California ha aumentado a 77, según ha informado la oficina del sheriff del condado de Butte, donde el fuego bautizado como Camp Fire ha arrasado ya un área de aproximadamente el tamaño de Chicago.
El número de desaparecidos a causa de los incendios había ascendido a más de 1.200, pero ha sido reducido a 993, añade el comunicado de la oficina del sheriff.
Diez días después de que las llamas comenzaran a arrasar el norte de California, más de 5.600 bomberos luchan contra el fuego a la espera de que se cumplan los pronósticos que vaticinan las primeras lluvias desde hace meses para este miércoles. En las últimas horas, los bomberos han visto dificultado su trabajo por el fuerte viento, que hacía difícil la extinción de las llamas.
Las precipitaciones, además de ayudar a las tareas de extinción, también aliviarían la situación en gran parte del resto del estado de California, donde desde hace días se mantiene activada la alerta roja por la mala calidad del aire, pues el humo se ha desplazado cientos de kilómetros hasta llegar a poblaciones como Sacramento y a la bahía de San Francisco.
El fuego ha destruido ya más de 13.000 edificios y ha devorado la localidad de Paradise, de 26.000 habitantes. Además, miles de vecinos han huido y muchos han encontrado refugio provisional en iglesias y tiendas de campaña.
La causa que originó las llamas que han arrasado ya miles de edificios sigue siendo desconocida y las autoridades mantienen una investigación abierta.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó el sábado los restos de la ciudad de Paradise, y también viajó a Malibú para comprobar las daños provocados por otro fuego en el sur del estado. Durante su visita, Trump mostró un tono conciliador frente a las palabras agresivas que hace una semana dedicó a las autoridades de California por su gestión del incendio.