Un Brexit sin acuerdo provocaría una caída de hasta un 10% del PIB británico
Un Brexit sin acuerdo provocaría una caída del PIB británico de entre 7,8% y 10,5% en 2024, según el Banco Central de Inglaterra.
Un Brexit sin acuerdo provocaría una caída del Producto Interior Bruto (PIB) británico de entre el 7,8% y el 10,5% en 2024, según el Banco Central de Inglaterra. Horas antes, un informe del Gobierno había evaluado esa pérdida en un 9,3% a lo largo de 15 años. El banco central también ha estimado una caída del 25% de la libra esterlina si no hay un acuerdo de salida de la Unión Europea (UE).
A pesar de esto, la solvencia de las principales entidades financieras británicas es suficiente para afrontar las adversidades económicas que sufriría el Reino Unido si el próximo 29 de marzo abandonara la Unión Europea sin un acuerdo con Bruselas, según indican los test de resistencia divulgados por el banco. La entidad central británica sostiene que los siete mayores bancos del país pueden soportar durante más de tres meses un escenario en el que encuentren problemas para recurrir a los mercados mayoristas de deuda y «muchos meses» sin acceder a los mercados de divisas internacionales.
En un informe paralelo, el Banco de Inglaterra ha pronosticado que la economía británica puede caer en una recesión peor que la crisis financiera de 2008 en caso de un Brexit abrupto y la libra esterlina se puede desplomar hasta un 25%. Aun así, asegura que Lloyds Banking Group, Barclays, Royal Bank of Scotland, HSBC, Santander UK, Nationwide y Standard Chartered mantienen los niveles de capitalización adecuados para afrontar ese escenario.
El conjunto de esas siete entidades mantiene un ratio de capital de calidad 3,5 veces mayor del que registraba antes hace 10 años y todas ellas superarían el umbral mínimo de capitalización que ha marcado el Banco de Inglaterra para cada una en un escenario adverso. Las pruebas de resistencia han medido la solvencia de los bancos ante una caída del 33% en el precio de la vivienda, un aumento de los tipos de interés desde el 0,75% al 4% en dos años y una tasa de desempleo en el Reino Unido del 9,5%, frente al 4,1% actual.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha afirmado en una rueda de prensa que el sector bancario ha hecho «todo lo posible» desde el referéndum de junio de 2016 a fin de prepararse para el Brexit, sea cual sea la fórmula que utilice finalmente el Reino Unido para romper sus lazos con la UE.
Las posibles consecuencias económicas de una salida sin acuerdo han cobrado mayor relevancia a medida que aumenta el temor a que la primera ministra británica, Theresa May, no cuente con la mayoría suficiente para aprobar en el Parlamento el pacto al que ha llegado con Bruselas. «El sistema bancario británico es lo suficientemente sólido para continuar dando servicios a los hogares y empresas en caso de un Brexit desordenado», ha sostenido a ese respecto el comité de política financiera del Banco de Inglaterra.
The impact on UK banks from a disorderly Brexit scenario is smaller than our in 2018 stress test scenario. https://t.co/kxazrIzFZW #FinancialStabilityReport pic.twitter.com/8l3Z5MPeiW
— Bank of England (@bankofengland) 28 de noviembre de 2018
Las siete entidades sometidas a prueba mantienen en conjunto más de un billón de libras (1,13 billones de euros) en activos de alta calidad y están en disposición de acceder a 300.000 millones de libras (339.000 millones de euros) de liquidez adicionales a través del Banco de Inglaterra.
Más allá de los peligros que presenta el Brexit, la banca del Reino Unido está asimismo atenta a la evolución de la economía global, cuyas condiciones financieras se han continuado «estrechando» en los últimos meses, según la entidad emisora. En particular, los bancos están expuestos a los problemas que pueda provocar en la eurozona el pulso de Italia con las autoridades comunitarias, así como a la ralentización del crecimiento en China, como consecuencia de las tensiones comerciales con Estados Unidos.
«Los test demuestran que el sistema bancario británico puede resistir profundas recesiones simultáneas en el Reino Unido y la economía global, que en conjunto sean más severas que la crisis financiera» de 2008, resalta el Banco de Inglaterra.
El emisor ha advertido de que una salida de la UE «desordenada» puede implicar que el país se vea abocado a comerciar bajo las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y pierda el acceso a todos los acuerdos al respecto en los que participa hasta ahora como Estado comunitario.
Prevé, además, atascos en las fronteras debido a los controles aduaneros y una caída del Producto Interior Bruto (PIB) de hasta el 8% en 2019 frente a las previsiones actuales. Según el comité de política financiera de la entidad, la hipótesis adversa de los test de estrés es «suficientemente severa» como para concluir que la banca resistiría las consecuencias de un Brexit adverso.