Estados Unidos aprueba la objeción médica 'de conciencia' para abortos y eutanasia
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca supuso esperanzas renovadas para autodenominados «pro-vida»
El Departamento de Salud de Estados Unidos ha hecho pública una norma que permite al personal médico optar por no participar en abortos, esterilizaciones o suicidios asistidos por objeción de conciencia, según informa la agencia AFP.
La norma, que entrará en vigor en 60 días, «refuerza» más de 25 leyes aprobadas por el legislativo y «cumple con una promesa del presidente, Donald Trump, de promover y proteger los derechos a la libertad religiosa y de conciencia», plasmada en una orden ejecutiva que firmó en mayo de 2017, ha detallado el Departamento de Salud.
El Departamento de Salud «protege» así a proveedores e individuos de «proveer, participar o pagar» servicios como los –abortos autorizados en todo el país–, las esterilizaciones y los suicidios asistidos, que son legales en algunos estados.
«Esta norma garantiza que entidades y profesionales de la salud no sean acosados fuera del campo de la atención médica porque se nieguen a participar en acciones que violan su conciencia, incluido terminar con vidas humanas», ha dicho en un comunicado el director de la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Salud, Roger Severino.
A la norma no le faltan detractores. La organización Equity Forward, que se define como «un equipo de investigadores, abogados y profesionales de la comunicación que utiliza la investigación para realizar informes y campañas para reducir/eliminar de manera efectiva el trabajo perjudicial de las autoridades de salud contra la reproducción», le ha dedicado al Departamento de Salud un tuit en el que reclaman –entre otras cosas– que «necesitan poner al paciente primero y empezar a trabajar para protegerlo, y no atacarlo»
.@SecAzar and Roger Severino, you need to #PutPatientsFirst and start working to protect, not ATTACK, health care access for all people.
Learn more about @HHSGov’s widespread attack on women and LGBTQ folks at HHS Watch. https://t.co/N7QHMJCBtC
— Equity Forward (@EquityForward) May 2, 2019
El aborto en Estados Unidos es legal en la práctica desde que en 1973 el Tribunal Supremo declarara inconstitucional cualquier interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre el embarazo.
En los últimos años, sin embargo, el movimiento conservador ha intentado que el Alto Tribunal, de mayoría conservadora, vuelva a estudiar su constitucionalidad para revertir la decisión tomada en 1973. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca supuso esperanzas renovadas para los que anhelan la prohibición del aborto.
Mientras tanto, el Partido Republicano ha tratado de sortear ese fallo aprobando normas que obstaculizan el acceso al aborto amparadas en los derechos religiosos y la salud de las mujeres.
Trump, además, ha retirado la financiación pública a las clínicas de planificación familiar que ofrecen abortos, una medida dirigida sobre todo a Planned Parenthood, la mayor de estas organizaciones en el país contra la que los conservadores tienen una cruzada.
