Japón ha acusado este martes a China de «desinformación» sobre el coronavirus[contexto id=»460724″] y expresó su «gran preocupación» por sus reivindicaciones en el mar de la China Meridional y en los islotes Senkaku/Diaoyu, cuya soberanía se disputan los dos países.
En contexto: las relaciones diplomáticas entre Japón y China habían mejorado desde finales de 2018, pero en los últimos meses han vuelto a enfriarse, en una situación marcada por el descontento de muchos países con la forma en la que China gestionó la crisis del coronavirus y la imposición de la controvertida ley de seguridad a Hong Kong.
En su libro blanco anual sobre política de defensa publicado el martes, Japón reprocha a China acciones de «propaganda» y de «desinformación» sobre el coronavirus. Japón cita como ejemplo los comentarios en Twitter de un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino que sugirió en marzo que la COVID-19 fue introducida en Wuhan por el ejército estadounidense, o la promoción de hierbas medicinales chinas para tratar la enfermedad.
China también «ha proseguido sin descanso con sus acciones unilaterales para imponer un cambio del statu quo en las islas Senkaku«, administradas por Tokio, lamenta Japón. Los dos países reivindican la soberanía de este microarchipiélago deshabitado en el mar de la China Oriental, que China denomina Diaoyu y cuyos fondos marinos podrían ser ricos en hidrocarburos.
El lunes el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, declaró que las reivindicaciones de Pekín sobre los recursos offshore en el mar de la China Meridional eran «completamente ilegales, al igual que su campaña de intimidación para controlarlos». La embajada de China en Estados Unidos denunció estas «acusaciones totalmente injustificadas».
El libro blanco de Japón sobre defensa también menciona la persistencia de la amenaza norcoreana y recuerda que Pyongyang es capaz de miniaturizar las cabezas nucleares para usarlas en misiles balísticos.