El fiscal pide 5 años de cárcel para el extesorero, mientras que este acusa a Mariano Rajoy de recibir sobresueldos de la contabilidad paralela
El juicio a Luis Bárcenas por la caja ‘B’ del PP se reanuda este lunes con su declaración como acusado, cuyo contenido ya ha ido anticipando con sus revelaciones en otras causas que afectan al PP (Púnica y Kitchen) y en la carta que remitió a la Fiscalía Anticorrupción ofreciéndose a colaborar con la Justicia.
Una carta que hizo de prólogo de este juicio y en la que manifestaba que el expresidente Mariano Rajoy era conocedor de la caja ‘B’ porque en su despacho le comentó que trituró en una «máquina destructora» de papeles toda la documentación que lo acreditaba, sin saber que él conservaba una copia de esa contabilidad, sus famosos papeles.
También señaló a Rajoy -llamado a declarar como testigo en este juicio- como uno de los receptores de sobresueldos mensuales en el partido extraídos de la caja ‘B’.
Al inicio del juicio, el abogado de Bárcenas, Gustavo Galán, planteó celebrar un careo entre el extesorero y Rajoy si se apreciaban contradicciones en sus declaraciones sobre la caja ‘B’ cuando testifique el expresidente.
Esta propuesta le pareció al PP, considerado responsable civil como partícipe a título lucrativo en esta causa, una manera de seguir contribuyendo al «circo mediático».
Bárcenas cumple condena por el caso Gürtel y en esta causa se enfrenta a una petición de Anticorrupción de 5 años de cárcel por un delito fiscal, otro de falsedad documental y un tercero de apropiación indebida, en relación, fundamentalmente con el pago con dinero procedente de la caja ‘B’ de casi un millón de euros de la reforma de la sede del PP en la calle Génova.
El juicio comenzó el pasado 8 de febrero y tuvo que ser suspendido por la hospitalización por COVID de uno de los acusados, un tiempo durante el que Bárcenas y todo lo que le rodea no ha dejado de ser noticia.
Por las fechas, las elecciones catalanas y el juicio han ido en su inicio de la mano, fundamentalmente cuando Casado anunciaba, tras la derrota en Cataluña, que habían decidido vender la sede de Génova teniendo en cuenta que el modo de pago de la reforma del edificio que la alberga se encuentra bajo sospecha y se está juzgando ahora.