Al menos 27 personas han muerto en Colombia «en el marco de las protestas» que comenzaron el pasado 28 de abril, mientras que aún hay 359 casos reportados como desapariciones que están en «proceso de verificación y ubicación», informaron este viernes la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo.
Lo más importante: las cifras oficiales, sin embargo, distan de lo planteado por organizaciones sociales como Temblores, que denuncia que desde el inicio de las manifestaciones hay «37 víctimas de violencia homicida presuntamente por parte de la Policía».
En un informe conjunto, los organismos precisaron que del total de homicidios reportados, «11 están ligados directamente a los hechos», siete están «en verificación» y hay nueve «no relacionados con los hechos».
Mientras el Gobierno busca encontrar consensos con distintos sectores políticos, económicos y sociales, las protestas, que comenzaron contra la ya retirada reforma tributaria, continúan ahora contra un intento de reformar la salud, contra la brutalidad policial y la compleja situación de inseguridad.
La Defensoría y la Fiscalía, entre tanto, señalaron que han recibido 548 reportes de «presuntos desaparecidos» y que ya han sido ubicadas 189 personas, por lo que aún hay 359 «en proceso de verificación y ubicación».
«Se advierte que continuamos permanentemente con la verificación, esto teniendo en cuenta el gran volumen y el corto tiempo que se ha tenido. Dentro de 24 horas se actualizará nuevamente», precisaron en su boletín ambos organismos.
Cali, la tercera ciudad más importante de Colombia, se mantiene como el epicentro de las protestas sociales y de la brutalidad policial en el décimo día de protestas en todo el país, con los bloqueos en las vías ahogando algunos establecimientos y la llegada de mercancías.
La violencia de los últimos días en las calles de varios barrios de la ciudad se ha cobrado la vida de más de una veintena de personas, según organizaciones sociales, en una ciudad a la que las autoridades nacionales enviaron unos 1.200 militares para supuestamente restaurar el orden.
Justamente esta noche la capital del departamento del Valle del Cauca (suroeste) vive una nueva jornada de violencia que, hasta el momento, deja dos personas heridas en un tiroteo contra una misión médica, según denuncian organismos internacionales.
«Seguimos con preocupación reportes de tiroteos esta noche en diferentes puntos de Cali, donde habría al menos dos heridos. Urgimos respetar a la misión médica», alertó en Twitter Juliette de Rivero, representante en Colombia de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.
Esa ciudad ha sido el centro de atención por los excesos policiales y las imágenes de una violencia de tal magnitud que incluso Nicolás Guerrero, hijo de un primo del alcalde Jorge Iván Ospina, es una de las víctimas mortales que han dejado las manifestaciones.