Acusan a Bielorrusia de desviar el avión en el que viajaba el periodista Roman Protasevich para detenerlo
Las autoridades bielorrusas han detenido este domingo al periodista y activista Roman Protasevich a bordo de un vuelo de Ryanair de Atenas a Vilnius que se vio obligado a aterrizar en Minsk. La oposición bielorrusa acusa al régimen del autoritario Alexandr Lukashenko de desviar a Minsk un avión con la excusa de un falso aviso de bomba.
En contexto: Protasevich, antiguo director del canal de Telegram Nexta declarado en busca y captura, ha sido detenido después de que el avión de la aerolínea Ryanair en el que viajaba aterrizara de emergencia en el aeropuerto de Minsk debido a un presunto aviso de bomba. El reportero, que viajaba de Atenas a Vilna, ha sido apresado cuando los pasajeros se veían obligados a someterse a un nuevo control en el aeropuerto de Minsk.
El periodista, cuyo medio fue la principal fuente de información durante las primeras semanas de protestas antigubernamentales tras las fraudulentas elecciones presidenciales de agosto de 2020, había notado que en Atenas le estaban siguiendo, supuestamente agentes del KGB bielorruso.
En el aeropuerto de Minsk han informado de que fueron los propios pilotos quienes solicitaron el aterrizaje de emergencia, mientras en el de Vilna hablan de un conflicto entre los pilotos y alguno de los pasajeros.
Nexta mantiene que han sido los agentes del KGB los que han dado la voz de alarma sobre un supuesto artefacto explosivo dentro del aparato. Fuentes cercanas a la Presidencia han informado de que fue Lukashenko quien ordenó en persona interceptar el avión, que fue escoltado por un caza MiG-19, con el supuesto fin de defender a Europa de una amenaza para su seguridad.
«El régimen ha obligado a un avión a aterrizar para detener a Román Protasevich. Afronta la pena de muerte en Bielorrusia», ha denunciado Svetlana Tijanóvskaya, líder opositora en el exilio, en Twitter. «El régimen ha puesto bajo amenaza a los pasajeros de a bordo y a toda la aviación civil para reprimir a una persona (…). Demandamos la inmediata liberación de Román, una investigación y sanciones contra Bielorrusia», ha asegurado Tijanóvskaya.
En noviembre pasado el Comité de Instrucción acusó a Protasevich y Stepán Putilo, fundadores de Nexta, de organizar disturbios masivos e instigar el odio contra los funcionarios y la policía, tras lo que el KGB los incluyó en la lista de terroristas.
La Justicia bielorrusa consideró a Nexta una organización extremista por llamar a los bielorrusos a protestar, bloquear carreteras, convocar huelgas y coordinar las manifestaciones antigubernamentales.
Cientos de periodistas han sido detenidos y casi una veintena se encuentran en prisión desde el estallido de las protestas en la antigua república soviética, motivo por el que ha sido catalogado como el lugar de Europa más peligroso para la prensa por Reporteros sin Fronteras.
Esta semana fueron detenidos varios de los trabajadores y reporteros del popular portal opositor tut.by, cuyo acceso fue bloqueado en el marco de un caso penal por evasión de impuestos.
Según informó la prensa local, esta semana murió en extrañas circunstancias en prisión el conocido opositor Vitold Ashurok, que cumplía una condena de cinco años por participar en protestas contra Lukashenko.
Esta misma semana, Lukashenko promulgó una ley de seguridad nacional que amplía las facultades de la Policía y otras fuerzas del Estado, que podrán utilizar armamento militar para reprimir desórdenes masivos.