Almeida no cumple su palabra con Madrid Central: de prometer "quitarlo desde el minuto uno" a aprobar un plan más duro
Si con Carmena los vehículos sin etiqueta ambiental no podían circular por el centro, ahora la prohibición se extenderá a todo Madrid a partir de 2025
Si con Carmena los vehículos sin etiqueta ambiental no podían circular por el centro, ahora la prohibición se extenderá a todo Madrid a partir de 2025
El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por José Luis Martínez-Almeida, aprobó el pasado viernes la nueva ordenanza de movilidad que regula Madrid Central tras su anulación judicial y que prohíbe la circulación por la capital a partir de 2025 de todos los vehículos sin etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico.
Se trata de un plan que ha suscitado polémica por la frontal oposición que el actual alcalde hizo al Madrid Central de Manuela Carmena durante la campaña electoral de 2019, cuando prometió que los coches podrían volver a circular «por las calles principales del centro de Madrid».
«Quitaré Madrid Central desde el minuto 1», afirmaba contundente el entonces aspirante a alcalde, cuyos carteles electorales venían acompañados del lema ‘Con Almeida Madrid Central se acaba el 26 de mayo’ [fecha en que se celebraron los comicios municipales].
Un plan aún más exigente
Con la nueva normativa, en cambio, los vehículos sin distintivo ambiental lo tendrán más difícil todavía que con Carmena, ya que con el reglamento de la exalcaldesa la prohibición de circular se limitaba a las calles del centro. Sin embargo, con el plan de Almeida, los no residentes en la capital no podrán circular por el interior de la M-30 a partir del 1 de enero de 2022. Esta restricción, además, se extenderá en 2025 a los que sí son residentes en Madrid, que tendrán prohibido discurrir por la M-30 y por todo el municipio.
Así pues, el primer edil de la capital parece haber abrazado la senda medioambiental que iniciara su predecesora, a pesar de los problemas jurídicos que aquejaba el proyecto de Carmena y por el que acabó siendo anulado por la Justicia.
Este cambio de parecer, además, no ha convencido en el pleno municipal más que a Ciudadanos, el fiel socio de Almeida durante toda la legislatura. Por la izquierda, tanto Más Madrid como PSOE han criticado la medida al considerarla insuficiente. La formación regionalista ha calificado el plan de «desastre» y ha afirmado que «pone en grave riesgo la salud de la ciudadanía».
Por su parte, el PSOE ha mostrado su rechazo y ha anunciado que presentará enmiendas para contribuir a «pulir sus pésimas consecuencias», al «priorizar el coche frente a los peatones».
En el otro extremo, Vox se muestra, por el contrario, «escéptico». Fuentes de la formación han asegurado que la nueva ordenanza “es lo mismo que había antes, pero cambiándole el nombre y con un pequeño maquillaje”, y advierten de que no la apoyarán en septiembre, a menos que haya cambios muy notables en el periodo de enmiendas.