La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, rectificará y retirará el escaño al diputado de Podemos, Alberto Rodríguez. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la presidenta se ha manifestado en este sentido este viernes a puerta cerrada en la reunión extraordinaria de la Mesa del Congreso de los Diputados convocada a primera hora de la mañana tras el conflicto abierto entre el Tribunal Supremo y la Cámara baja.
La reunión convocada in extremis por el órgano rector del Congreso, que se tuvo que posponer una hora hasta las 14:00 horas por una cuestión «personal» de la presidenta, ha concluido con una votación que ha registrado cinco votos a favor de solicitar una aclaración al Tribunal Supremo (los de PSOE y Unidas Podemos), frente a tres que exigían la retirada inmediata del acto (de PP y Vox).
«Escurrir el bulto»
Fuentes parlamentarias consultadas por este diario explican que se trata de una forma de Batet de transitar hacia la rectificación y de «escurrir el bulto» después de haber hecho dejación de sus funciones sin acatar la sentencia del Tribunal Supremo. «No ha hecho una buena ejecución de la sentencia: Batet tenía que haber acatado automáticamente convocando a la Mesa del Congreso pero apartándose de la disciplina de voto del PSOE» y haber ejercido el voto de la calidad desempatando la decisión en el órgano parlamentario.
El malestar se extiende al cuerpo de los letrados de la cámara por haber realizado «un informe por encargo» a instancias de la presidenta en el que se cuestiona abiertamente la sentencia del Tribunal Supremo, motivo por el cual «no lo firma nadie». Y añaden estas fuentes: «No he visto un informe tan malo en mi vida. Por eso reacciona la sala segunda, porque es evidente que Alberto Rodríguez no puede seguir siendo diputado, digan lo que digan los letrados».
El error de Batet
Otras fuentes consultadas por este periódico explican que «el error de Batet ha sido proyectar que la Mesa del Congreso era un tribunal de segunda instancia del Supremo o una sala de casación que puede reinterpretar la sentencia de Alberto Rodríguez, sobre todo después de que Marchena se haya dirigido directamente a la presidenta en un escrito para que cumpla la pena de inhabilitación».
Añaden fuentes jurídicas desde el Parlamento que «si el TS no hubiese querido que Alberto Rodríguez perdiera el escaño por causa de ilegibilidad sobrevenida no habría impuesto como pena accesoria la pena de inhabilitación».