Sánchez busca pactar un «desacuerdo» con la CEOE para garantizar el apoyo sindical a la reforma laboral
Los sindicatos observan con optimismo el arranque de lo que puede considerarse una segunda fase de la negociación sobre la contrarreforma laboral del Gobierno de Pedro Sánchez. Después de los acuerdos alcanzados con las centrales por la ministra Yolanda Díaz, queda por ver cuál será el borrador definitivo y la posición de la patronal. Los sindicatos creen que los empresarios no mostrarán los dientes y que Sánchez dará por bueno un «desacuerdo pactado» con la CEOE con tal de no enfadar a los representantes de los trabajadores. El área de Nadia Calviño también da muestra de tranquilidad, mientras que en un sector de Podemos advierten: «Es una trampa del PSOE».
La primera reunión entre Sánchez y las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz acabó con algo parecido a un armisticio forjado con la palabra «derogación». Es una «palabra fetiche», admiten en los sindicatos, donde asumen que no se puede derogar en su integridad la ley aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. No obstante, sí esperan modificaciones notables en apartados como la negociación colectiva, la temporalidad y hasta la formación. En esos capítulo los sindicatos se juegan su futuro, y también el de la ministra Díaz.
«Desacuerdo pactado»
Desde las áreas económicas, concretamente la de Calviño, también se respira tranquilidad. Calviño sabe que su acción en este asunto debe ser constante pero quirúrgica: todo se juega en las letras pequeñas del pacto, pero ni Calviño ni Sánchez pueden permitirse llegar a un enfrentamiento con las centrales sindicales ni con la patronal, so pena perder el apoyo de Bruselas.
Rebajada la tensión entre las dos vicepresidencias, los primeros que han intervenido públicamente han sido los sindicatos. Oficialmente mantienen un perfil duro, aunque internamente domina el optimismo. Según las centrales, el Gobierno está en condición de alcanzar un «desacuerdo pactado» con la CEOE para evitar los ataques feroces de los empresarios, y a la vez lograr el visto bueno de los sindicatos a la contrarreforma.
A nivel sindical muchos hacen suyas las palabras del exlíder de Comisiones Obreras en Cataluña, Joan Coscubiela, quien ofrecía este argumento en el diario Infolibre: «Encontrar una posición común [con la CEOE], obligado como está a hacerlo, y pactar con los sindicatos un acuerdo y con la CEOE un desacuerdo que acabe resultando aceptable».
Fuentes sindicales consultadas por THE OBJECTIVE confirman este enfoque. Aseguran que Sánchez quiere evitar una reacción desmedida de los empresarios para salvar el pacto con Bruselas, y que esto pasa por que no «monten un escándalo». En el frente sindical aseguran, como adelantó este diario, que la ministra y el Gobierno ya cuentan con el apoyo de las principales empresas del Ibex 35, ansiosas de recibir los fondos europeos. Y que la CEOE también apuesta por el diálogo y evitará romper con el Ejecutivo.
Yolanda Díaz gana tiempo
Para Díaz la cuestión semántica hasta ahora lo era todo. El hecho de que el Gobierno haya vuelto a emplear la palabra «derogación» de la reforma laboral del PP le permite ganar tiempo. Poco importa que el Ejecutivo también haya recordado los compromisos con la UE, que advertía sobre su negativa ante restringir en exceso la flexibilidad laboral.
Sánchez, por su parte, también sabe que existen sectores laborales donde las exigencias de los sindicatos podrían ser contraproducentes para los intereses nacionales, y en general en el despacho de Calviño consideran que la reforma de Rajoy ha sido positiva para permitir a muchos jóvenes entrar en el mundo laboral. Pero también reiteran que se debe corregir ese documento, y actualizarlo a las exigencias de esta década.
Si se resuelve el problema técnico, o de contenido, quedará por aclarar la cuestión política. La cúpula de Podemos liderada por Ione Belarra e Irene Montero sigue esperando que Yolanda Díaz resbale en esta reforma y que una victoria de la ortodoxia de Calviño sirva para «quemar» a la ministra de Trabajo.
«Es una trampa del PSOE»
Aun así, también en Podemos asumen que, si los sindicatos apoyan la reforma, será más difícil mantener un perfil duro.«Es una trampa del PSOE, aunque Yolanda no quiere derogar la reforma al 100%», comentan desde un sector de Podemos, donde creen que los socialistas quieren ofrecer una imagen «posibilista» enfrentada a la radical de los morados.
«Los sindicatos están contentos porque está contenta Yolanda y han llegado a un acuerdo de mínimos para dejar de pelearse y acepte la CEOE», explican desde Unidas Podemos. En ese escenario, a Podemos le puede ser suficiente lanzar una última ofensiva mediática para comunicar a su electorado que si la reforma ha sido aprobada ha sido gracias a su trabajo.
«Irene e Ione necesitan que se las vea, porque atacar solo a Vox no es suficiente», reflexionan en el espacio de Unidas Podemos. Aunque todos aseguran que, si Yolanda Díaz «se sale con la suya» en la reforma laboral, para Podemos como tal será «un golpe duro». «Seguirán dando guerra, pero quedarán muy tocadas», comentan las fuentes consultadas.