Yolanda Díaz se alía con los grandes del Ibex para ganar el pulso de la reforma laboral

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, busca el apoyo de las grandes empresas del Ibex 35 para ganar el pulso de la reforma laboral. Fuentes sindicales revelan a THE OBJECTIVE que Díaz está logrando que grandes grupos del Ibex, entre ellos Telefónica, el Santander y Repsol, acepten su exigencia de recuperar la prevalencia de los convenios de sector sobre los de empresa. La CEOE duda. Y sobre todo los pequeños y medianos empresarios son reacios. Pero para los sindicatos se trata de una verdadera línea roja, y Díaz pretende respetarla.

Díaz lleva negociando con los sindicatos desde el pasado mes de marzo. En mayo, Pablo Iglesias salió del Gobierno y ella heredó el bastón de mando del espacio de Unidas Podemos. Los sindicatos entendieron que era una oportunidad inmejorable. Prometieron dar a Díaz todo su apoyo logístico para afianzar su liderazgo (dentro y fuera el Ejecutivo), a cambio de recuperar competencias e influencia en las negociaciones entre trabajadores y empresas.

La afiliación sindical está estancada, si se excluye el sector público, y las centrales esperan volver a la situación anterior al 2012 para ganar fuelle. Díaz centró su trabajo en revertir la temporalidad de la reforma laboral aprobada por Mariano Rajoy, recuperando los convenios sectorial por encima de los de empresa. Pero desde el pasado mes de marzo han cambiado muchas cosas. Sánchez despidió a la mitad de su gabinete y ahora ha estallado el fuego amigo en Podemos, a la vez que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha entrado en escena. 

¿Una comunista aliada del Ibex?

Todos estos elementos amenazan con dinamitar los planes de la dirigente gallega. En el sindicato, de hecho, suenan tambores de guerra. Unai Sordo, líder de Comisiones Obreras, y Pepe Álvarez, al mando de UGT, hicieron el martes frente común avisando a Pedro Sánchez. No aceptan volver a cuestionar el asunto de la negociación colectiva. Y quiere avanzar en la formación profesional.

Yolanda Díaz se juega su futuro y ha decidido agarrarse al clavo ardiendo del Ibex. Su principal temor es que el pacto sea incluso inferior a los de la exministra Magdalena Valerio, lo que desataría el ataque de Podemos. ¿Una comunista aliada del Ibex? Fuentes conocedoras de la negociación en el Gobierno no tienen dudas. «Comparten intereses», reflexionan para asegurar que grandes empresas del Ibex se están decantando por dar su visto bueno a la negociación colectiva.

Mencionan a los bancos, Telefónica y las energéticas Repsol e Iberdrola, entre otras. Todas ellas creen que el convenio sectorial puede proteger su negocio en la medida que impide a sus competidores entrar en España. «No quieren que una empresa competidora les reviente creando un convenio de empresa por debajo de lo establecido en el sector», resumen las fuentes consultadas. Es decir, que gracias «al dumping competitivo», sus costes serían «muchos menores que los de las empresas españolas». 

Negociación colectiva, solo para algunos

En el mundo económico cercano a la patronal admiten que si bien parte del Ibex puede respaldar a Díaz, queda por ver la posición de la pequeña y mediana empresa, que también acudirá a la mesa de diálogo social. Volver a la situación anterior a Mariano Rajoy significaría perder la ventaja de la flexibilidad, sostienen. Y advierten de que aumentará el paro.

Otra cosa, reflexionan los operadores económicos consultados, es que entre Sánchez, Díaz, la CEOE y el Ibex se llegue a fórmulas espurias, en las que se vincule la negociación colectiva solo a partir de un determinado número de empleados. Esta opción podría también satisfacer a los sindicatos y a la ministra gallega, según ha podido saber esta diario.

Calviño, por su parte, comparte con la Unión Europea una lectura muy crítica con volver a la situación anterior a 2012. Bruselas advierte de que recuperar el convenio colectivo por encima del de empresa en todo el sistema productivo frenará la recuperación. Y recuerda que sobre ese punto se juegan los fondos europeos. Los técnicos de Calviño se escudan en las numerosas comunicaciones oficiales de la Comisión Europa para que Sánchez no cuestione este punto. 

Economía asume, en definitiva, correcciones a la temporalidad, pero nada de programa máximo. Y apela directamente al presidente del Gobierno, que tiene sobre su cabeza una ‘espada de Dámocles’: se trata de la exigencia europea a incluir a la patronal en todo tipo de acuerdo, y no exagerar en la reducción de la temporalidad. Una «verdadera obsesión», según los afines a Yolanda Díaz.  

«Iglesias quiere atar a Yolanda»

Mientras el PSOE revela cierto cansancio, el Partido Popular observa con atención la polémica en el Gobierno, pero no tiene intención de forzar ninguna crisis. Pablo Casado, a quien por primera vez sonríen los sondeos, no quiere elecciones en el corto plazo. Prefiere que se celebren las elecciones en Andalucía y Castilla y León para consolidar el sorpasso al PSOE a nivel nacional. 

Podemos, en cambio, es quien empuja a Díaz hacia el choque con el PSOE con la voluntad de capitalizar una posible victoria, o dejar a la ministra como culpable de otro probable fracaso. Para Yolanda el asunto puede acabar en un «perder-perder», comentan desde las filas moradas. El propio Pablo Iglesias intervino el lunes por la noche. Sonrió y repitió: «Yolanda ya ha ganado, relax». Una trampa para algunos en Podemos: «Quiere atarla», afirman. Pero la ministra gallega, hija de un histórico comunista y dirigente de Comisiones Obreras, intenta revertir la situación in extremis tejiendo una alianza con las grandes empresas del Ibex y acabar ganando a todos sus enemigos.