La oferta de Ciudadanos a un Partido Aragonés (PAR) en sus horas más bajas para crear una «casa común del centro» en Aragón ha alterado el tablero político en esta comunidad autónoma. Por un lado, el vicepresidente del Gobierno y líder de esta formación regionalista, Arturo Aliaga, ve con recelos esta mano tendida del partido de Inés Arrimadas de cara a los comicios de 2023, al entender que va dirigido a su sector crítico, mientras que el Partido Popular mira de reojo esta posible confluencia y acusa a los naranjas de querer captar cargos para este proyecto.
Fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE censuran la «doble vara de medir» del partido de Arrimadas. «Critican a los de Ciudadanos que se van al PP mientras quieren hacer lo mismo con los del PAR», avisan sobre el último movimiento naranja que tildan de «búsqueda de tránsfugas» en el regionalismo centrista.
En Ciudadanos niegan esa eventualidad. «Para nada hay una opa. No aceptaremos a ningún tránsfuga del PAR, sino que queremos abrir vías de colaboración con ellos ante el cantonalismo y el nacionalismo» que, en opinión de fuentes naranjas, promueven Teruel Existe y la Chunta Aragonesista, la formación regionalista de izquierdas.
Desde el partido de Arrimadas creen que el PP ve con «preocupación» la iniciativa naranja porque «un centro fortalecido», en una especie de Aragón Suma, pone en riesgo el plan de Génova de fagocitar a Ciudadanos y el PAR de aquí a las elecciones de 2023.
La formación naranja se ha lanzado a por un PAR que está «roto» después de que Aliaga venciese en octubre en el último congreso de la formación por apenas 20 votos a su contrincante, Elena Allué, en medio de una enorme tensión por las acusaciones de pucherazo desde el sector crítico.
Las palabras de Bal
El portavoz de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, hurgó en la herida esta semana cuando se le preguntó si su formación está buscando incorporaciones regionalistas del PAR. Tras hacer hincapié en que Ciudadanos es «el único partido liberal de España», subrayó que «todos los liberales de este país están invitados a formar parte de este proyecto tan bonito, tan ilusionante, de moderación y de libertad». Unas palabras muy parecidas a las que tuvo hace unas semanas el popular Teodoro García Egea con los cargos y afiliados de Ciudadanos.
Las palabras de Bal provocaron incomodidad en Aliaga, quien habló este jueves de ello con Daniel Pérez, portavoz de Cs en el Parlamento aragonés y uno de los hombres fuertes de Arrimadas en su condición de vicesecretario general. Este último le tranquilizó al dejar claro al presidente del PAR que la oferta naranja busca «reconducir» el centro en Aragón con un «entendimiento» como el que cristalizó en Navarra Suma hace dos años. «Ojalá ese punto de encuentro sirva para la reconciliación y encuentro dentro del PAR», subraya Pérez a THE OBJECTIVE.
Dividido en dos corrientes, el PAR está en un momento delicado que para Ciudadanos puede ser una oportunidad de incrementar su afiliación y copar el espacio electoral del centro en Aragón. La formación regionalista cuenta con tres escaños (el 5,06% de los votos en las elecciones de 2019) frente a los 12 diputados y 16,7% de los sufragios que obtuvo Cs en aquellos comicios.
Crisis interna en Cs Aragón
Sin embargo, a estas intenciones que tiene Cs para atraer a los posibles desencantados del PAR, se le ha cruzado una crisis interna en la formación naranja tras la dimisión de los miembros de las juntas directivas de tres agrupaciones de Cs en Zaragoza, aunque continuarán como afiliados de base, según Efe.
Para Ciudadanos, el PAR, que forma parte del gobierno cuatripartito encabezado por el socialista Javier Lambán, no es un partido extremista y considera que su ideario identitario es más moderado que, por ejemplo, el del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) que dirige Miguel Ángel Revilla.