Al menos 68 presos han muerto y otros 25 han resultado heridos durante un motín iniciado a raíz de un enfrentamiento entre bandas criminales en la madrugada del domingo en la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más poblada de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, en el oeste del país.
El balance ha sido confirmado por la Fiscalía de Ecuador tras un incidente que parecía estar bajo control tras 14 horas de enfrentamientos, la mayoría en el pabellón 2 del recinto, que albergaba a unos 700 reclusos. Durante la tarde del sábado, sin embargo, el portavoz de la Presidencia de Ecuador, Carlos Jijón, ha anunciado que continuaba habiendo enfrentamientos entre reclusos de dos pabellones diferentes. «La Policía Nacional ha ingresado al lugar en este momento para proteger la vida de los reclusos», ha afirmado el portavoz, en declaraciones recogidas por El Comercio.
«Según información preliminar, alrededor de 68 privados de libertad fueron asesinados y otros 25, heridos. La Fiscalía de Ecuador activó personal misional de la Unidad de Flagrancia, que al momento levanta indicios y evidencias al interior del centro carcelario», ha informado la Fiscalía en Twitter.
Jijón ha confirmado también que el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, se encuentra liderando un gabinete de crisis para abordar la situación, y que ha invitado a varios representantes de la sociedad civil, como el arzobispo Luis Cabrera o la activista Nelsa Curvelo, a organizar un diálogo en el interior de la prisión.
El pabellón donde se han registrado los enfrentamientos estaba controlado por los ‘Chonekillers’, antiguos integrantes de ‘Los Choneros’ y ahora rivales acérrimos. «Al estar el pabellón 2 sin cabecilla, otras PPL (personas privadas de libertad) pretendían doblegarlos. Más de 700 personas estaban en ese pabellón. El sistema de iluminación fue destruido. No sólo usaron armas y detonaciones, también trataron de asfixiarlos, quemando colchones y más», ha detallado el gobernador de la provincia del Guayas, Pablo Arosemena.
La Policía y el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) han conseguido apaciguar la violencia después de irrumpir de madrugada en la cárcel con unidades tácticas especiales, que se han incautado de un fusil, diez cartuchos de dinamita, y dos pistolas.
Poco después de conocerse el incidente inicial, el presidente ecuatoriano ha pedido a las instituciones del Estado, «en especial a la Corte Constitucional», «herramientas constitucionales idóneas para proteger a la población, recobrar el orden en las cárceles y luchar contra las mafias que se lucran del caos», según ha escrito en su cuenta de Twitter.
El Tribunal Constitucional del país, sin embargo, ha rechazado la insinuación del presidente emitiendo un comunicado en el que «rechaza las declaraciones efectuadas por el Presidente de la República, quien ha hecho un llamado de atención (…), pretendiendo evadir sus propias responsabilidades».
Durante la noche, familiares de los presos han hecho vigilia en el exterior de la prisión para pedir la intervención de las autoridades y tener noticias.
Otro motín en la misma cárcel, el ocurrido a finales de septiembre, dejó como saldo 120 presos fallecidos producto de enfrentamientos por el liderazgo entre bandas de narcotraficantes, según la versión oficial.
Los enfrentamientos entre bandas rivales son una constante en las cárceles de Ecuador, lo que ha provocado más de 300 muertos en lo que va del año, según informes policiales.
