La diputada del PSOE Irene Lozano ha renunciado a su acta de parlamentaria en la Asamblea de Madrid, según ha informado este lunes el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, en una entrevista en la Cadena Ser. «Ha hecho un trabajo excepcional en esta etapa transitoria«, ha afirmado Lobato, quien ha agradecido su «aportación política y su nivel». Asimismo, ha trasladado que está «a punto de iniciar una nueva etapa profesional», intenciones que ya adelantaba THE OBJECTIVE.
Como publicó este diario, Irene Lozano quería irse de la Asamblea de Madrid y ya pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que le concediera la codiciada Embajada de Londres pero el presidente «se lo ha negado», habida cuenta de que el puesto ya tiene nombre, José Manuel Marco, alguien nombrado por el ministro y miembro de la carrera diplomática, José Manuel Albares.
Lozano fue el fichaje estrella de Pedro Sánchez en 2015, en las primeras elecciones en las que concurrió como candidato del PSOE, unos comicios para las que contó con ella como número 4 en las listas por Madrid. Un nombramiento que derivó en un auténtico terremoto interno y a un enfrentamiento abierto con Guillermo Fernandez Vara a cuenta de los insultos que vertió la exdiputada de UPyD contra el PSOE.
Renunció a repetir en listas cuando se repitieron elecciones en 2016 pero fue premiada cuando Sánchez llegó a Moncloa tras la moción de censura incluyéndole en el segundo escalafón del Gobierno, como secretaria de estado de España Global, en sustitución del actual Alto Comisionado de la Marca España. De ahí dio el salto a las listas del PSOE a las elecciones madrileñas del 4-M., abandonando su cargo como presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD).
Quería abandonar la Asamblea tras el 4-M
Sin embargo, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, tras las elecciones madrileñas, Lozano también pidió salir de la Asamblea -sin haberse apenas constituido-, y solicitó ser senadora por designación autonómica. Un puesto muy codiciado al que también aspiraron Pilar Sánchez Acera y José Cepeda, quien finalmente se hizo con el escaño en la cámara alta por su cercanía al actual ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, con quien comparten agrupación, la de La Latina en Madrid.