Albares inicia el relevo de altos cargos de Rajoy destinados en embajadas
El titular de Exteriores empieza por el exsecretario de Estado para la UE, Jorge Toledo, quien será sustituido en Tokio por Fidel Sendagorta
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha empezado el relevo de los altos cargos de La Moncloa y del equipo de Alfonso Dastis que fueron enviados de embajadores al extranjero tras el triunfo de la moción de censura de Pedro Sánchez a mediados de 2018. El primero en regresar a España será el exsecretario de Estado para la UE, Jorge Toledo, actual embajador en Japón y que será sustituido próximamente por Fidel Sendagorta, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.
Exteriores ya ha cursado a las autoridades niponas la petición de plácet para Sendagorta, quien hasta el pasado mes de octubre fue director general de Política Exterior, así que el departamento de Albares está ahora a la espera de la luz verde de Tokio para llevar su nombramiento al Consejo de Ministros.
Los altos cargos de la etapa de Rajoy ya han cumplido tres años de embajadores. Las figuras más destacadas son el propio Dastis -al frente de la embajada española en Italia– y Jorge Moragas, el que fuera jefe de Gabinete del presidente del Gobierno en Moncloa y que fue enviado a Filipinas tras la llegada de Josep Borrell a Exteriores. En la misma situación se encuentran el exsecretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ildefonso Castro, actual embajador en Irlanda; y el exsecretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, Fernando García Casas, quien dirige la legación española en Brasil.
Albares se encontró a su llegada a Exteriores con la necesidad de nombrar a 75 nuevos embajadores en el lapso de un año. Medio centenar de representantes españoles en el extranjero cumplen cuatro años en sus respectivos destinos diplomáticos en 2022, una cifra a la que había que sumar una veintena de puestos que dejó pendientes de firmar Arancha González Laya fruto del atasco que hubo en la última etapa.
Al igual que el ciclo olímpico, en Exteriores existe la ley no escrita de cambiar a los embajadores cada cuatro años. En 2018, sobre todo tras la moción de censura, hubo un importante número de relevos firmados la mayor parte de ellos por Borrell. En ese grupo hay medio centenar de embajadores que podrían ser cambiados en los próximos meses por parte de Albares.
Albares está a la espera del visto bueno de las autoridades griegas para nombrar a Carles Casajuana nuevo embajador en Atenas
Los destinos más relevantes son los de Washington, Pekín, Berlín, Roma, el citado de Tokio que ya tiene embajador ‘in pectore’, Vaticano, México DF, Brasilia y Lisboa. También hay representaciones permanentes que se quedarán libres – caso de ONU, OTAN y Consejo de Europa– y dos de los cinco embajadores ‘políticos’ dejarán seguramente sus respectivos puestos –Ángel Ros (Andorra) y Manuel María Escudero (OCDE)-.
Albares heredó además una veintena de nombramientos de su predecesora. De los 27 plácets solicitados en junio por Laya, solo se resolvieron una decena en un primer momento y la ministra dejó varios países por decidir –Reino Unido, Grecia, Líbano, Jordania y Gabón-. Su sucesor desbloqueó rápidamente Londres tras medio año sin embajador y está a la espera del visto bueno de las autoridades helenas para nombrar de embajador en Atenas a Carles Casajuana, según adelantó la web especializada The Diplomat in Spain.
Además, hay otras cinco embajadas –Marruecos, Argentina, Honduras, Polonia y Ucrania– cuyos jefes de misión ya han cumplido cuatro o más años en sus destinos en este 2021, así que fueron nombrados en su momento por el Gobierno de Rajoy. Tanto Rabat como Buenos Aires son dos nombramientos muy sensibles para el actual Ejecutivo de Pedro Sánchez y en el caso de Buenos Aires, Albares ya ha ofrecido este puesto a un diplomático de su confianza.
La encrucijada de Albares
El Gobierno decidió a finales de 2020 extender durante un año más el mandato del embajador en Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner, en un momento de fuerte presión migratoria desde las costas marroquíes. Además, en aquel momento el contencioso del Sáhara entró en un nuevo escenario tras la ruptura formal del alto el fuego entre el Reino alauí y el Frente Polisario, y el posterior reconocimiento de la marroquinidad del territorio por parte de la Administración norteamericana de Donald Trump. De ahí la prórroga ordenada por Laya.
La posterior crisis diplomática entre Madrid y Rabat por el caso Ghali, del que se acaba de cumplir medio año, obliga ahora al Ejecutivo español a medir con cuidado cuándo puede ser el mejor momento para sustituir a Díez-Hochleitner, quien fue nombrado para este puesto en mayo de 2015, así que ha cumplido seis años y medio en la capital marroquí.
El embajador seguirá ‘sine die’ en Rabat mientras no se resuelva la crisis diplomática, según las fuentes consultadas por este periódico. Además, entre los 49 relevos previstos por Albares para 2022 están los de los embajadores en Argelia y Túnez, de modo que habrá que configurar todo el panorama diplomático de España en el Magreb en los próximos meses.