El PSOE detecta que Yolanda Díaz «no tira» en sus encuestas
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, los estrategas electorales de Moncloa y Ferraz detectan un «cambio de tendencia» en los pronósticos de la vicepresidenta segunda que podría acabar siendo «patinazo»
Suele pasar en política que un candidato emergente se acaba quemando prematuramente tras un supuesto efecto bola de nieve que termina en alud antes de empezar la carrera. Yolanda Díaz puede acabar siendo una «estrella fugaz» por haberse pasado de frenada en una apuesta política personalista, según explican en el quirófano demoscópico socialista, a caballo entre Moncloa y Ferraz. «No tira», avanzan a THE OBJECTIVE estas fuentes, que por primera vez detectan una bajada en sus proyecciones y valoraciones, no solo cuantitativas sino también cualitativas.
En el plano numérico, los datos son difusos, dado que el supuesto fenómeno de Yolanda Díaz nunca ha tenido un respaldo demoscópico sólido por no contar con una estructura partidista al que atribuir la estimación de voto del «frente amplio» que aspira a liderar. Más allá de situarse entre las más valoradas de los líderes políticos, su posible proyección sólo podía testarse por la intención de voto de Podemos y el sumatorio de las fuerzas de «la izquierda a la izquierda» del PSOE, Podemos, Compromís y Más País, a quienes pretende sumar a una plataforma electoral de unidad. El pasado mes de octubre, esas fuerzas, concretamente Podemos, empezaron a repuntar al tiempo que Díaz se disparaba en valoración progresivamente hasta situarse como la más valorada en el barómetro del CIS de noviembre que otorgó a Podemos un 16% de voto, la cifra más alta desde la debacle de mayo en Madrid. Algo que se sumó al dato de que se duplicaban los que la veían como presidenta del Gobierno, opción que suscribían uno de cada cinco votantes socialistas.
«Un fenómeno curioso»
Según los expertos demoscópicos socialistas, la explicación a este hecho respondía a un «un fenómeno curioso» sobre el espacio que ocupa en el terreno ideológico del electorado. La posible heredera de Pablo Iglesias no se ubica en el espacio en que los votantes progresistas ubicaban a Podemos cuando logró sus mejores resultados gracias a sacar de la abstención al votante de la izquierda abstencionista. En esa campana de Gauss en la que se ubican los electores y ubican a sus candidatos, Yolanda Díaz se sitúa más cerca del espacio de PSOE que el de Podemos. Según las citadas fuentes, «se sitúa en el mismo espacio que Pedro Sánchez, en la zona de conflicto con el PSOE», lo cual se traduce en que la estrategia socialista ha fallado porque «no moviliza a la tradicional izquierda socialista, ni hereda la parte del espectro ideológico de Podemos» y, por lo tanto, «no garantiza la suma de gobierno a día de hoy».
Algo que se vislumbra en los últimos barómetros del CIS, donde la vicepresidenta segunda del Gobierno es situada en el 3,27 de la curva ideológica, siendo el 1 la extrema izquierda y el 10 y la extrema derecha. A Pedro Sánchez se le coloca en el 3,8 en los últimos tres barómetros de septiembre, octubre y noviembre, mientras que Díaz va poco a poco virando a la izquierda en la encuesta de José Félix Tezanos: de los 3,5 de septiembre ha ido girando a la izquierda hasta 3,3 de octubre y el 3,2 de noviembre.
Unos datos que el PSOE explica por el intento de Díaz de confrontar con Sánchez para lanzar demoscópicamente su proyecto antes de formalizarlo, aunque «está ocurriendo lo contrario». Díaz «está bajando ahora la intención de voto al igual que su valoración, en parte también porque aumenta su valoración y cuanto más aumenta la popularidad de un líder, más baja su valoración, ya que no sólo te valoran los tuyos». Así se explica la estrategia de la política gallega de cuestionar a Sánchez y renegar de la «izquierda pequeñita» para frenar su tendencia bajista y optar a pugnar con el PSOE por el votante progresista moderado. En resumen, Yolanda Díaz rechaza el encargo de Sánchez de limitarse a ser su muleta y tiene aspiraciones más elevadas.
El «patinazo» de Yolanda Díaz
Su problema es que «no está a la izquierda de la izquierda ni es fuerte en el centro izquierda», y eso están revelando los estudios cualitativos en los que el PSOE sondea sobre los posibles rivales o aliados de Pedro Sánchez. Grupos de discusión cuyo resultado anticipa que «Yolanda podría acabar siendo un patinazo, otro bluf» y no llegar siquiera a merecer la condición de rival ni de aliado.
Y es ahí donde, según el PSOE, Díaz ‘pincha’ porque «comete equivocaciones muy graves, está siendo víctima de sus propios errores», como caer en un proyecto «excesivamente personalista». «Están nerviosos, de ahí el error» de airear la guía sobre el 8-M para «hacer daño a Sánchez». «No se da cuenta que a quien deja en evidencia es a Irene Montero y Ione Belarra, que a diferencia de Díaz, sí estuvieron en la cabecera de la manifestación del 8-M».
Una mención no gratuita a la ministras de Igualdad y Asuntos Sociales que llevan semanas en «apagón informativo», concretamente desde la última crisis de la coalición por la dimisión del diputado Alberto Rodríguez y la petición de dimisión de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Según algunas fuentes gubernamentales, «el objetivo de Irene es guardarse detrás de Yolanda», por sí, llegado el momento de presentar candidaturas, el efecto de Yolanda Díaz se ha desintegrado en los sondeos. O quizás, es que nunca existió más que en la mente de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.