Arrimadas y Marín ocultaron a la dirección de Cs en Andalucía la oferta al PP
Varios dirigentes no fueron informados del cambio de guión en Andalucía y temen una huída de militantes en esta región
La polémica mano tendida de Inés Arrimadas y Juan Marín al Partido Popular para elaborar listas conjuntas de cara a las futuras elecciones andaluzas fue un secreto que desconocía el resto del comité autonómico de Ciudadanos en Andalucía, según confiesan varias fuentes de la dirección naranja en esta comunidad autónoma a THE OBJECTIVE. Y en el caso de Marín, lo supo media hora antes del encuentro informativo de Sevilla en el que saltó la noticia.
Tanto el diputado nacional y coordinador de Comunicación de Cs Andalucía, Guillermo Díaz, como el secretario de Organización en esta región, Andrés Reche, no fueron informados, al igual que otros compañeros de la dirección regional, del paso que se dio el sábado. Cuando varios de ellos pidieron explicaciones al equipo de Arrimadas, se les indicó que había sido una decisión de la dirección nacional fruto de la estrategia política que ha adoptado el partido, según apuntan las citadas fuentes.
La oferta ha sido «controvertida» y «discutida» en el seno de Ciudadanos porque desde la moción de censura en Murcia y tras el fracaso en las elecciones anticipadas del 4-M en la Comunidad de Madrid se había insistido a los territorios -y en especial a Andalucía- que no habría ningún intento de reeditar el pacto PP+Cs que hubo en el País Vasco y que luego se buscó en Cataluña de cara al 14-F de este año. Por lo tanto, el anuncio de Arrimadas se trató de un cambio de guión inesperado para muchos. «No sabemos quitarnos el estigma de veleta», se lamenta un dirigente naranja todavía sin entender el beneficio de una medida de este tipo.
Marín tuvo que calmar los ánimos con algunos miembros de la Ejecutiva naranja en la región, en especial con Reche, quien se desmarcó en las redes de la iniciativa. Al vicepresidente de la Junta se le trasladó desde diferentes presidentes provinciales del riesgo de que la militancia dé la espalda al partido a unos meses de las elecciones -que serán en junio u octubre del próximo año- en forma de una brusca caída en la afiliación. En especial, por el hecho de que Arrimadas «dejase abierta la puerta» para el acuerdo con el PP, por lo que la incertidumbre puede durar aún unos meses.
Marín encajó bien los reproches y este martes ratificó la estrategia de su partido de buscar un acercamiento al PP andaluz para acabar conformando listas conjuntas a las elecciones autonómicas. Es más, sostuvo que «PP y Cs estamos dispuesto a explorar cualquier posibilidad para que este Gobierno siga adelante».
El líder de Cs Andalucía puntualizó que el rechazo a las listas conjuntas de ambos partidos ha partido de la dirección nacional del PP. «Allí en Madrid están en otras cosas», afirmó refiriéndose a Génova de forma despectiva, al tiempo que hizo hincapié en que lo populares andaluces, dirigidos por Juanma Moreno y Elías Bendodo, «no se han pronunciado» en claro contraste con la negativa rotunda expresada desde el equipo de Pablo Casado.
Criterio diferente de Bal
Sus declaraciones chocaron con las del vicesecretario general de Cs y portavoz del Comité Ejecutivo, Edmundo Bal, quien reconoció unas horas antes que se cerraban las puertas al pacto tras el rechazo tan explícito desde la dirección nacional del PP a acordar listas conjuntas con Cs en Andalucía. «Ellos dicen que no, poco hay que explorar», reconoció Bal antes de abundar que un escenario como el planteado por Arrimadas «no es éste el momento de plantearlo por parte de nadie» a tenor de la respuesta de Génova.
Y en medio del río revuelto, desde el PSOE se intentó sacar tajada. El senador andaluz José Aurelio Aguilar apeló a los militantes «defraudados» de Ciudadanos con este cambio estratégico en la comunidad autónoma para que vuelvan a confiar en los socialistas ante «la venta de saldo que está haciendo Arrimadas de aquel proyecto que fue Cs».