Igea vetará a Mañueco si PP y Cs optan de nuevo a gobernar en Castilla y León

Francisco Igea ha marcado la primera línea roja a Alfonso Fernández Mañueco si, tras las elecciones del próximo 13 de febrero, los números dan para reeditar un Gobierno de coalición en Castilla y León con los escaños del Partido Popular y Ciudadanos. La formación naranja no descarta, a priori, un pacto con los populares, pero en ningún caso para aupar de nuevo a Mañueco a la presidencia de la Junta regional.

«Hay una cosa que está clara. Si depende de nosotros, Alfonso Fernández Mañueco no será presidente», afirmó Igea en una entrevista en la televisión pública de Castilla y León. A la pregunta de si era una condición sine qua non que pondrían sobre la mesa al PP tras los comicios, el exvicepresidente de Ciudadanos señaló tajante que Mañueco no será investido de nuevo con los votos de Ciudadanos.

«No puede ser presidente de esta comunidad autónoma una persona que miente, que falta a la verdad a los ciudadanos en el momento más difícil de la historia de esta comunidad, para salvar su interés o el interés del presidente de su partido», dijo refiriéndose a Pablo Casado.

Igea fue muy contundente en su afirmación, dejando claro su veto a Mañueco. «No permitiré que presida la comunidad una persona que ha hecho lo que ha hecho delante de todos los ciudadanos de esta comunidad», aseveró pese a que tanto él como Ciudadanos pueden pactar «con cualquiera» de políticas, gobiernos o repartos de competencias.

Además, dejó claro que si PP y Cs se ven abocados a un nuevo acuerdo de investidura, los naranjas exigirán a la otra parte que no se repita el desenlace del adelanto electoral, en el que no hubo deliberación previa entre los socios porque Mañueco destituyó a los consejeros de Cs por teléfono. «Tendremos que estar seguros que esto no volverá a suceder, que no haya quien use el botón nuclear para salvarse cuando los ciudadanos están perdiendo su vidas», avisó.

El más que probable candidato de Cs a los comicios del 13-F lamentó las formas utilizadas por Mañueco en su destitución. «No se puede echar un cubo de basura sobre tu socio que ha sido leal para tapar tu cobardía. Es una ironía del destino que te cesen por Twitter», criticó al tiempo que negó que advirtiese al presidente de la Junta con una moción de censura. «Nunca he amenazado al presidente. Yo le dije, cuando surge la moción de censura en Murcia, que pase lo que pase apoyaría la acción del gobierno si convocaba elecciones».

El veto de Igea a Mañueco va más allá de las reservas que expresó Ciudadanos con Isabel Díaz Ayuso cuando adelantó los comicios en la Comunidad de Madrid. Edmundo Bal, candidato de Cs al 4-M, no llegó a trazar una línea roja como la que ha dibujado ahora el exvicepresidente castellano-leonés. El último precedente similar es el de la CUP contra Artur Mas, en ese caso tras las elecciones de septiembre de 2015, y que propició la llegada al poder de Carles Puigdemont, uno de los diputados que salió elegido en las listas de la entonces CiU.

Al borde de la mayoría absoluta

La ‘sorpresa’ del adelanto electoral en Castilla y León podría salirle bien a Mañueco. Según una encuesta de GAD3 del pasado jueves para NIUS, el PP estaría cerca de lograr la mayoría absoluta en los comicios del 13-F ya que otorga a los populares entre 37 y 39 escaños, cuando la mayoría absoluta se encuentra en los 41. De ser así, significaría una importante mejora respecto a los anteriores comicios autonómicos de 2019, en donde los de Mañueco lograron 29 escaños por detrás de los 35 del PSOE.

La subida del PP no es solo a costa del descenso de Ciudadanos, que en la encuesta solo obtiene 0-1 escaños, sino que las formaciones de izquierda perderían presencia en las Cortes regionales. El bloque del centro-derecha (PP, Cs y Vox) pasaría de tener 42 diputados a entre 47-50 parlamentarios. En el caso de la formación de Santiago Abascal, pasa del escaño que tenía hasta ahora al umbral de la decena.