El PP exige volver al ‘modelo Rajoy’ con el Falcon y que el PSOE pague por su uso en actos de Sánchez

El Partido Popular quiere que Pedro Sánchez vuelva al modelo de uso restringido de los Falcon que impuso Mariano Rajoy durante su etapa presidencial y que el PSOE abone aquellos trayectos aéreos cuyo eje central sea un acto político de Sánchez con los socialistas, tal y como ha sucedido en las últimas semanas, según explican fuentes de la formación de Pablo Casado a THE OBJECTIVE.

Rajoy renunció al uso del helicóptero Superpuma para los trayectos más cortos, por ejemplo de La Moncloa a la base aérea de Torrejón, a raíz de su conocido accidente en 2005 junto a Esperanza Aguirre y otro grupo de personas en un despegue fallido desde la plaza de toros de Móstoles (Madrid). Y los Falcon y Airbus 310 nunca se utilizaron para actos de partido mientras él fue presidente del Gobierno.

Además, en los vuelos oficiales solo subían a los aparatos aquellos cargos públicos que le fuesen a acompañar. Esta situación llevó a situaciones «curiosas», hacen hincapié las citadas fuentes, que se dieron en reuniones del Partido Popular Europeo (PPE) que se solapaban a cumbres bilaterales o europeas.

En esos casos, los dirigentes del PP tenían que hacer las idas y vueltas en vuelos regulares aunque hubiese sitios libres en el avión oficial, un hecho del que se quejó en varias ocasiones María Dolores Cospedal cuando era la secretaria general de los populares ante el deseo de aprovechar esos desplazamientos para hablar con Rajoy. Pero en Moncloa fueron «inflexibles» al respecto.

El equipo de Rajoy en aquellos tiempos, con Jorge Moragas a la cabeza, llegó a estudiar el modelo que se utiliza en Estados Unidos con los inquilinos de la Casa Blanca, donde el presidente lo es las 24 horas y utiliza el Air Force One para cualquier desplazamiento, sea de carácter público o privado. Además, Joe Biden puede meter en el avión a quien considere oportuno -aunque la información es pública-. Eso sí, están muy restringidas las invitaciones de todo tipo y existe una prohibición muy extendida entre la clase política a la hora de no aceptar regalos cuando superen los 10-20 dólares.

Moragas descartó aprobar una orden ministerial sobre el uso del Falcon. Fuentes gubernamentales confiesan a este periódico que en España existe una «nebulosa» con el uso de los aviones oficiales. «La justificación del gasto es donde más se flojea. Pero nadie quiere poner el cascabel al gato ante el coste político», subrayan.

Que el PSOE pague por los Falcon

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, adelantó este miércoles que su partido preparaba una ofensiva parlamentaria contra el PSOE por utilizar el Falcon para que Sánchez acuda a «mítines» del partido y no para visitas oficiales. «El Falcon no está para acudir a actos del PSOE, está para defender y representar a todos los españoles y cuando uno va al mitin del PSOE solo representa a los socialistas y lo debe pagar el PSOE, no todos los españoles», declaró el ‘número dos’ de Casado.

Al respecto, Egea acusó a Sánchez de «convertir» sus vuelos en Falcon «en misiones institucionales que no lo son» y subrayó que esta ofensiva parlamentaria por parte de los ‘populares’ busca «arrojar transparencia sobre este asunto y derivar las posibles responsabilidades que se tengan por parte de la utilización de los medios públicos en beneficio del partido».

El PP ya alzó la voz en noviembre cuando preguntó al jefe del Ejecutivo si había utilizado «16 veces» su avión y helicóptero privado para asistir a los congresos regionales del PSOE en Andalucía y la Comunidad Valenciana porque sería «un escándalo» y «una vergüenza», en opinión de su portavoz en el Senado, Javier Maroto.

Desde que Sánchez accedió a la Moncloa tras la moción de censura de junio de 2018, su entonces desconocido secretario general de Presidencia, Félix Bolaños, defendió a ultranza la creciente utilización del Falcon para los desplazamientos del presidente del Gobierno por cuestiones de seguridad nacional, incluso para un concierto en Benicasim. Su uso -o abuso, según quien opine- ha sido muy cuestionado por los grupos de la oposición, quienes han preguntado en las sesiones de control del Congreso así como en preguntas parlamentarias de forma recurrente.