Sánchez asume que solo contará con Cs y PNV para aprobar su reforma laboral
Fuentes parlamentarias socialistas pierden la esperanza con sus socios republicanos pero insisten en que, pese a todo, «saldrá adelante»
El Gobierno va teniendo cada vez más claro el panel de votaciones que se registrará el próximo jueves 3 de febrero en la aprobación de la reforma laboral. Según fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha perdido definitivamente la esperanza con ERC e intensifica los contactos con el PNV con la única aspiración de que se abstenga, ya que su línea roja, la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales es, por ahora, inasumible por el Ejecutivo.
Así las cosas, en Moncloa echan cuentas sobre los precarios apoyos que cosecharán en la votación y traducen la apuesta de Félix Bolaños para «ensanchar las mayorías». Un cambio de socios por exigencias del guion que obligará a Pedro Sánchez a virar hacia el centro y negociar con Ciudadanos, en contra de la voluntad de Podemos y su vicepresidencia segunda, Yolanda Díaz.
«Quieren que Yolanda se estrelle»
La negativa de Podemos a asumir una negociación con Ciudadanos ha motivado la estrategia de la cuota socialista que todavía no ha iniciado las conversaciones con la formación naranja, según confirman fuentes de Ciudadanos a este periódico, que se han mostrado abiertas a apoyar la reforma para evitar que el Gobierno endurezca la norma y perjudique a autónomos y clases trabajadoras.
«Los tiempos en política son importantes y queda mucho tiempo de aquí al 3 de febrero», explican fuentes de Moncloa a THE OBJECTIVE, mientras otras fuentes atribuyen la demora en el inicio de la negociación con Ciudadanos en que «están esperando a que Yolanda se estrelle claramente». Prueba de ello es que Díaz es la encargada de negociar con ERC y no Adriana Lastra, a quien no ha activado Pedro Sánchez en esta negociación, según fuentes de su entorno.
177 ‘síes’ frente a 160 ‘noes’
Un hecho relevante habida cuenta de que las «buenas relaciones de Adriana con Rufián» han servido para desencallar negociaciones clave en los últimos momentos de la misma. Pero el Gobierno ha dado por perdida ya la interlocución con sus socios republicanos y tiene «pocas dudas» de que «ERC votará en contra» junto a otras formaciones de la alianza Frankenstein como Bildu y BNG: «Estarán en el no. No pueden hacer otra cosa», explican mientras elevan el bloque del ‘no’ liderado por PP y Vox hasta los 160 parlamentarios: PP (88), Vox (52), ERC (13), EH Bildu (5), y BNG (2).
En consecuencia, el Gobierno necesitaría solamente superar esa cifra para convalidar su decreto de la reforma laboral y, de momento, éste es su esquema: PSOE (120), Podemos (34) -aún siguen con un escaño menos tras la baja de Alberto Rodríguez-, Ciudadanos (9), PDeCAT (4), Mas País (2), Compromís (2), Nueva Canarias (1), Coalición Canarias (1), UPN (2), Teruel Existe (1) y PRC (1). En total, 177 luces verdes que permitirían aprobar la reforma laboral para la que se requiere mayoría simple, más ‘síes’ que ‘noes‘.
Sin embargo, esto no deja de ser un boceto porque las fuentes gubernamentales consultadas admiten que la negociación formal «no ha comenzado» tampoco con los grupos minoritarios y sólo ha habido «tanteos» por parte del ministro de Presidencia, Félix Bolaños.