Piden el cese de la exministra Trujillo por su «incapacidad» en la embajada de Marruecos
La petición está respaldada por cinco sindicatos educativos y se basa en las opiniones de los profesores que ejercen en los centros de titularidad española
Incapacidad, déficit de funcionamiento, falta de liderazgo y de empatía. Son algunas de las dificultades que encuentran los profesores con la consejera de Educación de la Embajada de España en Marruecos, la exministra socialista María Antonia Trujillo. Basándose en las opiniones de estos docentes, los cinco sindicatos representados en la Junta Personal del funcionario español han remitido una carta al director general de Planificación y Gestión Educativa del Ministerio de Educación para pedir el cese de Trujillo, que accedió al cargo hace cuatro años.
«Las organizaciones sindicales, haciéndonos eco del mayoritario sentir del profesorado español en los centros educativos de titularidad del Estado español en Marruecos, nos vemos en la obligación de manifestar nuestro profundo malestar por el modo en la que la actual responsable conduce la Consejería de Educación, que está afectando al funcionamiento de la propia consejería y al de los centros educativos, al clima de trabajo y a la actividad cotidiana de cada uno de nosotros», comienza la misiva registrada el 24 de enero en Tetuán.
«Deterioro de la calidad educativa»
La carta, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, consta de tres páginas. En ellas, el presidente de la Junta de personal del funcionario español en Marruecos, Ángel José Bermejo, relata cuatro razones que motivan la decisión. Entre los asuntos que esgrime se encuentra «el progresivo deterioro» del servicio educativo que prestan los centros españoles en el país alauí. Bermejo sostiene que falta previsión, las sustituciones del profesorado se demoran y todo eso conlleva «un deterioro de la calidad educativa».
Otra de las razones es la «falta de interlocución con la comunidad comunicativa». La carta afirma que Trujillo no tiene comunicación con las direcciones de los centros y tampoco responde a los escritos ni a las solicitudes para reunirse que ha realizado la Junta de personal. «No muestra ninguna predisposición a escuchar las propuestas e incluso incumple la propia norma en relación con la información relativa a la gestión de bolsas de interinos». Este periódico no ha podido contactar con Trujillo para conocer su versión.
La falta de liderazgo durante su mandato, que comenzó a finales de 2018, es otra de las razones que achacan los sindicatos para pedir el cese de la consejera de Educación en la Embajada de España en Marruecos. «Ha demostrado una ausencia total de empatía hacia el personal educativo que está padeciendo unas condiciones de trabajo muy duras al tener que afrontar ausencias de compañeros sin cubrirse su baja», señala el documento.
«A todo ello se suma la incapacidad de esta consejería para promover el funcionamiento autónomo de los centros docentes de acuerdo a la nueva ley educativa», insiste el escrito, que está respaldado por los cinco sindicatos que forman parte de la Junta de personal: UGT, Comisiones Obreras, ANPE, Cesid y STE. En opinión de los docentes, Trujillo se ha mostrado «insensible y ausente, cuando no amenazante, lo que desanima y desmoraliza al personal».
La carta registrada en el Instituto Español de Enseñanza Secundaria Nuestra Señora del Pilar de Tetuán también alude a una entrevista que Trujillo concedió en Madrid a una televisión marroquí días después de «una Navidad en la que la mayoría del profesorado español en Marruecos permaneció responsablemente en el país».
«Criterio errático»
El déficit en el funcionamiento de la consejería es la cuarta y última razón que esgrime Bermejo en la misiva dirigida al director general de Planificación y Gestión Educativa. Según la Junta de personal, los docentes enviaron una carta al ministerio que dirige Pilar Alegría para quejarse del funcionamiento interno de la unidad señalando aspectos negativos como «la arbitrariedad y el criterio errático en la gestión».
El documento que solicita el cese de Trujillo también alude a las «frecuentes e innecesarias demoras» para dar respuesta a cuestiones administrativas. Según la carta, esta forma de actuar «genera situaciones de incertidumbre y dificultad para cualquier planificación por parte del profesorado, el alumnado y las familias».
Trujillo, de 61 años, fue consejera de Vivienda en Extremadura. En su primera legislatura, José Luis Rodríguez Zapatero la catapultó a ministra del ramo. En octubre de de 2018, el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez la nombró consejera de Educación en la Embajada española en Marruecos. Un cargo de libre designación que depende del Ministerio de Educación, entonces ocupado por Isabel Celaá, ahora embajadora ante el Vaticano.
Antes de aceptar el cargo, que da acceso a pasaporte diplomático, Trujillo debió dejar su puesto como profesora titular de Derecho Constitucional en la Universidad de Extremadura. Las consejerías de las embajadas son órganos técnicos de las misiones diplomáticas españolas. Entre sus funciones destaca gestionar programas de cooperación, organizar actividades de formación del profesorado y facilitar a los españoles el acceso a exámenes, pruebas y convalidaciones.