Vox seduce a los votantes de las plataformas provinciales pensando en las generales

Vox no ha dejado pasar ni un instante. Aún no habían terminado las elecciones de Castilla y León y ya se había colocado el mono de trabajo pensando en las generales. No va a desplegar caravanas por toda España, ni a comenzar otra campaña. Le basta con estirar el chicle de estos comicios. De esa manera logra hacerse fuerte ante el PP en las negociaciones para formar gobierno. El otro objetivo es enviar señales a los votantes de las plataformas provinciales. Con España Vaciada les ha salido un duro competidor para capitalizar el descontento político y creen que es el momento de neutralizarlo.

Si la formación verde comenzó la campaña buscando a los desencantados con el PP, la acabó volcado en atraer el voto contra la despoblación. En la última semana fueron múltiples las referencias de sus dirigentes, desde el líder nacional al regional pasando por algunos primeros espadas como Jorge Buxadé, Macarena Olona o Iván Espinosa de los Monteros.

«Reinvindicaciones legítimas»

Santiago Abascal aseguró durante el cierre de campaña en Valladolid que, cuando tocara conformar gobierno, su partido llevaría a las negociaciones las «reivindicaciones legítimas» de España Vaciada, que se presentó en cinco de las nueve provincias de la región. Solo ha obtenido representación en una, Soria, pero su irrupción ha sido arrolladora. No es casualidad: aquí la organización se creó hace dos décadas y lleva operando desde entonces.

La plataforma ¡Soria Ya! ha barrido a sus rivales consiguiendo casi la mitad de los votos de la provincia y obteniendo tres de los cinco procuradores en liza. Era su prueba de fuego, el termómetro para medir la fuerza de la España vacía. El resultado ha sido exitoso, por lo que amenazan con repetir el plan por toda la geografía. La plataforma ya cuenta con representantes en 32 provincias, además de un diputado y dos senadores por Teruel Existe.

Conocedor de la situación, Vox se ha puesto manos a la obra para desmontarle el negocio, aunque un dirigente del partido niega ese extremo a THE OBJECTIVE. Sun Tzu ya advirtió seis siglos antes de Cristo lo importante que era tener una estrategia. «Un ejército victorioso gana primero y entabla batalla después», dejó escrito en El arte de la guerra. 

Ese parece ser el plan de la formación verde con España Vaciada, donde percibe un enorme granero de votos. Una oportunidad de rentabilizar el descontento que no pueden dejar pasar. Sun Tzu explicó cómo hacerlo hace casi 3.000 años. Porque el libro es mucho más que un simple manual militar. Sirvió de inspiración durante siglos a los estrategas políticos más influyentes, como Maquiavelo o Napoleón, y aún se sigue estudiando en las universidades.

Proyecto nacional

«En el ADN de Vox está criticar el Estado de las autonomías, que ha fracasado, que ha creado nuevos centralismos. Ciudadanos de primera y de segunda división. Nosotros vamos a reivindicar el papel de la provincia como utilidad política, pero descentralizada», ha señalado Juan García-Gallardo este lunes en rueda de prensa. El líder regional estaba haciendo una lectura nacional. 

Lo cierto es que la campaña ha tenido carácter de plebiscito. Había que reafirmar el proyecto de Vox para España. Por eso Abascal ha sido omnipresente estas dos semanas. Por eso, cuando tomó la palabra en la noche electoral, se vanaglorió de haber salvado a Castilla y León «de la amenaza socialista y comunista y de la amenaza sanchista».

Es un triunfo para el partido, pero especialmente es un éxito personal de Abascal. Por eso la España despoblada debería repensarse sus votos. «Nosotros vamos a ser decisivos, otros no». Con esta frase no se refería solo a la capacidad de intervenir en las cuestiones autonómicas si finalmente Alfonso Fernández Mañueco les incluye en el gobierno regional. El líder de Vox hablaba con las luces largas. Hablaba en clave nacional.

«Mientras la España interior sufría, los nacionalistas se lo llevaban todo y aquí faltaban infraestructuras y futuro», insistió un exultante Abascal el domingo, tras conocer los resultados electorales. Siembra, el lema de la campaña en Castilla y León, era más que una consigna para la región. Era un mensaje para toda España.

«Un cambio de rumbo»

El candidato regional ha continuado con ese discurso este lunes. «Solo vamos a integrar un Gobierno para cambiar el rumbo de Castilla y León», ha admitido en rueda de prensa. El joven abogado burgalés tiene un plan que pasa por derogar «las políticas de la izquierda», bajar los impuestos «para dejar de estar discriminados en comparación con otras comunidades limítrofes» y potenciar la natalidad, la industria y el campo para que «los jóvenes no tengan que marcharse».

La estrategia incluye sentarse «con todas las plataformas provinciales», y no solo con aquellas que han obtenido representación porque «muchas de sus reivindicaciones son justas y legítimas». García-Gallardo entiende que, «como ellos no van a tener capacidad de ser decisivos, nosotros queremos abanderar a esa España de las provincias».

«Lo que quiere rentabilizar es nuestro discurso», se teme un miembro de la plataforma España Vaciada. En su opinión, no es fácil entenderse porque Vox está en contra de la fiscalidad diferenciada, fundamental para ellos. De momento no han recibido ninguna propuesta para sentarse, aunque tampoco aclaran si lo harán. Como aconsejaba Sun Tzu en su libro, aguardan para descubrir la vulnerabilidad de sus adversarios.