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Podemos promete «seriedad» a Sánchez por miedo a que la escalada debilite a sus ministros

Unidas Podemos se ve forzado a medir al milímetro su critica a la OTAN tras la ofensiva de Moscú. IU lanza un duro comunicado que señala a la Alianza Atlántica

Podemos promete «seriedad» a Sánchez por miedo a que la escalada debilite a sus ministros

Podemos teme que la escalada bélica en Ucrania acabe afectando a sus ministros. El ataque lanzado el jueves ha sido acogido con enorme preocupación por Unidas Podemos. Hace semanas, los morados lanzaron mensajes en los que corresponsabilizaban a la OTAN por la tensión entre Rusia y Ucrania. Insistieron en la vía diplomática, aunque internamente altos cargos gubernamentales admiten el «fracaso» de esta opción. Los responsables políticos, tanto diputados como ministros, sin embargo han preferido condenar públicamente la invasión y han evitado señalar a la OTAN. Prefieren hablar de que la ONU debe resolver la cuestión. Aunque prometen al presidente del Gobierno «seriedad» en el nuevo contexto.

La oposición ya ha empezado a pedir responsabilidad a Sánchez y que aísle a la parte morada del Ejecutivo por su relación con Rusia y Venezuela y Cuba, que defienden al Kremlin. Por la mañana del jueves, por ejemplo, sorprendió a algunos dirigentes morados el hecho de que en algunas radio y televisiones ya se apuntaba a esta relación. Lo interpretaron como un aviso sobre una estrategia para alejar a los ministros de Podemos del Gobierno. Así que decidieron adelantarse y lanzar un mensaje claro a la prensa.

La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, afirmó que «la guerra nunca es el camino». Condenó «rotundamente» la actuación del ejército ruso, y añadió: «La guerra nunca es el camino. Defenderemos el derecho internacional y las vías diplomáticas en el marco de Naciones Unidas para poner fin inmediato a este conflicto». Belarra evitó hablar de la OTAN, mientras que la Secretaría Internacional de Podemos, habitualmente muy reactiva a lo que ocurre a nivel global, tardó horas en entregar un comunicado oficial en el que critica la «ampliación de la OTAN al este», pero subraya su apoyo a la «diplomacia y el diálogo multilateral».

Más ONU, menos OTAN

La vicepresidenta Yolanda Díaz también fue tajante: «Condeno esta intolerable agresión de Rusia. La diplomacia y el derecho internacional han de prevalecer en el marco de Naciones Unidas«, escribió en las redes. En el Congreso de los Diputados reiteró este mismo escueto mensaje. Alberto Garzón, líder de IU y ahora aliado de Díaz, también mantuvo: «Mi solidaridad con el pueblo trabajador ucraniano, que está sufriendo una agresión imperialista por parte de Rusia. Un ataque que vulnera el derecho internacional y los acuerdos previos alcanzados para preservar la paz».

Garzón habló en el Congreso de «imperialismo» y «zarismo» de Putin antes de que estallaran problemas en el Gobierno. Su posición, sin embargo, choca con la defendida por su partido. IU difundió por la mañana un comunicado en el que pronunciaba su «no a la guerra», aunque señaló a la OTAN como uno de los actores responsables de la escalada militar.

«Izquierda Unida condena el ataque lanzado por el Gobierno de Rusia contra Ucrania, que sucede tras la escalada de tensiones entre la OTAN y Rusia de las últimas semanas y el reconocimiento unilateral de la independencia de Donetsk y Lugansk. Rechazamos el uso de la fuerza militar rusa contra un Estado soberano, al igual que previamente ya rechazamos el despliegue de fuerzas de la OTAN en los países fronterizos con Rusia», reza el documento. El texto de IU va mucho más allá del de Podemos, llega a calificar a la OTAN de «factor de desestabilización» y califica de «urgente» la necesidad de su «disolución».

Error de cálculo de Podemos

El problema para Podemos es que no midió correctamente la escalada bélica. Los ministros morados estaban convencidos de que Putin iba de farol, y como otros altos dirigentes internacionales (entre ellos el secretario general de la ONU) apostaron por la vía diplomática. Desconfiaban de los avisos de Washington. Estados Unidos lleva semanas hablando de doble juego de Moscú, pero en el Gobierno de Sánchez muchos se creyeron la propaganda del Kremlin.

Los terminales de desinformación de Moscú, como Rusia Today, que tiene muchos vínculos con dirigentes de Podemos y que respaldaron activamente a Pablo Iglesias en la campaña de 2019, llegaron a hablar de «histeria bélica» para cubrir las maniobras de Putin y su ataque sorpresa. Ahora, en algunos ministerios de Sánchez asumen que Putin ha lanzado una «guerra relámpago» para aniquilar cuanto antes la resistencia ucraniana y doblegar a su gobierno legítimo.

También el entorno más cercano a Irene Montero y Pablo Iglesias teme que la escalada bélica ofrezca argumentos a la derecha para deshacerse del ala izquierdista del Ejecutivo. Es un peligro real, según su lectura de los hechos. Máxime porque consideran que no se puede excluir del todo una intervención armada de la OTAN. Los socialistas lo niegan y lo mismo afirman los observadores internacionales, como pudo saber THE OBJECTIVE. Pero sectores de Unidas Podemos temen un «accidente» en las fronteras de Ucrania con los países de Europa Oriental defendido por la Alianza Atlántica.

Vehículos del ejército ruso en las calles de Armiansk.

Deshacerse del ala izquierdista

Saben que de ser así se pueden activar los artículos 4 y 5 de la OTAN, con un despliegue de tropas de todos los miembros. Y en el caso de España solo les quedaría votar a favor en el Congreso. De momento, no obstante, Podemos guarda un religioso silencio oficial ante las preguntas sobre su posición en el caso de una votación de este tipo. Los socios de Sánchez, como ERC, en cambio, se sienten más libres. Gabriel Rufián culpó este jueves tanto a Putin como a la OTAN. La tesis de que la Alianza Atlántica puede actuar ofreciendo logística y armas a los milicianos ucranianos es compartida por algunos miembros del partido.

Aunque a nivel oficial la orden es mantener un perfil bajo. Es decir, un giro de 180 grados con respecto a lo que afirmaban Podemos e Iglesias hace tan solo un mes. «La UE debe apostar por la autonomía estratégica, que llevamos discutiendo años, para defender sus propios intereses y no los de EEUU. Esto pasa por no apoyar una extensión de la OTAN a Ucrania y Europa del Este, defender los acuerdos, garantizar la paz y los derechos humanos», sostenía, de hecho, Idoia Villanueva, jefa de la secretaria de Exteriores del partido morado el pasado 18 de enero.

En general, la posición de Unidas Podemos es de «seriedad». Al igual que ocurrió con la crisis de Marruecos, cuando Podemos asumió que la situación era delicada y amenazaba la supervivencia del Ejecutivo, ahora el partido ha vuelto a prometer a Sánchez respetar a rajatabla sus órdenes. La vicepresidenta Yolanda Díaz no quiere pasos falsos. Hace tan solo dos días anunció su gira por los territorios para crear una plataforma política nacional propia. En Unidas Podemos existe una «guerra fría» entre Díaz y Montero, pero en este momento ninguna de las dos quiere tensar la cuerda.

Aun así, Podemos sabe que sus bases no se sienten alineadas con la OTAN. Los morados asumen el «salto cualitativo» de la situación en Ucrania, pero prefieren buscar un punto intermedio entre lo que consideran la propaganda de Moscú y la de Washington. Por ejemplo, con respeto al trato de las minorías rusas en la región del Donbás, creen que Moscú tiene parte de razón. En este esquema algunos hablan de «afán expansionista de la OTAN hacia este». Pero los ministros y los altos cargos lo tienen claro: no pueden ofrecer municiones a sus detractores para que ofrezcan a Sánchez la excusa para cerrar el último ciclo de la legislatura con un gobierno en minoría.

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