Podemos se aleja de Putin aunque en 2019 el Kremlin respaldó su entrada en el Gobierno

En política todo cambia. Los dirigentes y políticos saben perfectamente que existen coyunturas y que las alianzas nunca son eternas. Y Podemos ha entendido que con el desenlace bélico en Ucrania es fundamental desligar todo tipo de vinculación con Vladimir Putin y su gobierno. El impacto en la opinión pública mundial es de rechazo, y si bien los morados saben que tanto Venezuela como Cuba -dos referentes de su alianzas estratégicas internacionales- se alinean con el Kremlin, en el caso de España esta asociación podría ser muy dañina de cara a su permanencia en el Ejecutivo. 

Podemos nunca ha hablado claro con respecto a Rusia. Aunque sus dirigentes de cabecera varias veces han adquirido como propios los argumentos de la propaganda rusa para explicar la situación política del país, como la “guerra en el Donbás”, que forma parte de uno de los argumentos de Putin para justificar su misión militar. Tras la invasión de Ucrania el partido de Irene Montero es consciente de que puede dar pasos en falso.

La orden de la cúpula morada es negar cualquier tipo de cercanía con Putin. Y de paso señalar la relación de la derecha con el presidente de Rusia. Quieren así expresar una condena sin paliativos de la invasión, si bien aspiran a mantenerse en posiciones críticas hacia la OTAN y defienden una solución pactada en la ONU (sustancialmente para salvaguardar una línea de política exterior que les diferencia del PSOE) y el envío de armas para la resistencia ucraniana. El objetivo de este planteamiento es borrar todas las conexiones que se dieron con Rusia, que empiezan incluso antes de la fundación del partido y se volvieron a manifestar en la campaña electoral de 2019.

Recursos y medios de propaganda

El problema es que fuentes moradas sostienen a THE OBJECTIVE que muchos de los recursos que llegaron a España a través de canales de televisión como HispanTV o GloboVision estaban vinculados a fondos rusos. A la vez, es conocida la relación de complicidad con Russia Today, el canal de propaganda rusa en el mundo que la Unión Europa quiere prohibir en el marco de las medidas para golpear al Kremlin después de la invasión de Ucrania. 

Nada más conocerse la prohibición de la UE, referentes de Podemos como Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero ha pronunciado una condena dura contra la Comisión Europea. Los fundadores del partido morado, que cabe recordar mantienen el control de la fundación del partido, se han lanzado en las redes sociales para criticar la decisión comunitaria. Otros representantes del espacio de Unidas Podemos, como el eurodiputado en Bruselas Manu Pineda (que proviene de IU y es considerado muy vinculado a Cuba), han criticado la medida.

Los morados enmarcan su postura en la defensa de la libertad de prensa, aunque estas declaraciones han generado cierto revuelo en las redes sociales, con acusaciones transversales a los líderes morados. Y es que la relación con Russia Today ha sido en el pasado muy activa. Cabe señalar, por ejemplo, la posición de la cadena a favor de Podemos en la campaña electoral de 2019 cuando el partido aspiraba a entrar en el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Russia Today y el ‘spanishgate’

Se trata de una línea editorial que difícilmente puede explicarse como parte de una alianza de los partidos de la derecha europea. Entre otras cosas porque el medio de propaganda rusa más conocido en el mundo se interesó en 2019 por la teoría de las «cloacas del Interior», que Podemos empleó como eje de su campaña electoral.

En abril de ese año, pocos días antes de los comicios generales, la cadena rusa difundió un vídeo de tres minutos en el que asumía la tesis de las «cloacas del Interior» para, de paso, señalar a varios medios de comunicación españoles, tachados de «serviles y complacientes con el poder». «Y de esto España está tan bien servida como de jamones y de vinos», ironizaba el documento, que Podemos difundió entre sus seguidores, hablando de spanishgate. 

El respaldo de Russia Today a los morados siguió durante todo ese año. Después de las elecciones del 25 de abril, cuando todo apuntaba que el PSOE iba a decantarse por repetir los comicios, Iglesias concedió una importante entrevista a dicha emisora para explicar su punto de vista y lanzar su última oferta. Russia Today (hoy RT) logró mucha visibilidad, formando parte de una estrategia de los morados para presionar al PSOE. 

Los morados admiten la relación directa entre dicha emisora y el gobierno ruso. Y varias fuentes de Podemos asumen que para este entramado de medios propagandísticos han trabajado figuras destacadas del partido. Se calcula que el Kremlin desembolsa unos 300 millones anuales para impulsar su propaganda en el exterior a través de los medios mencionados. Una de sus editoras jefas, Margarita Simonián, calificó esos instrumentos de «arma de información», admitiendo públicamente la vinculación con dicho medio. «El arma de la información se usa en momento críticos, y la guerra es siempre un momento crítico«, dijo Simonián.

La Unión Europea ha llegado a la conclusión de que los medios financiados por el Kremlin difunden propaganda belicista. Y por eso ha ordenado su prohibición. «Vamos a prohibir en la UE que Russia Today y Sputnik, y sus subsidiarias, puedan seguir esparciendo sus mentiras para justificar la guerra de Putin y sigan intentando crear división. Prohibiremos esa desinformación tóxica en la Unión Europea», dijo el domingo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El jefe de la diplomacia europeao, Josep Borrell, añadió que “hoy damos un paso crucial para acabar con la manipulación prohibiendo a RT y Sputnik emitir en la UE. Cortamos el cuello de la serpiente” contra «el lavado de cerebro» del Kremlin. 

Podemos, sin embargo, cuestiona esta decisión. Después de Iglesias y Monedero, el portavoz Javier Sánchez Serna ha afirmado: «Puede que seaM medios de propaganda, pero entendemos que [censurarlos] inicia una espiral peligrosa», pero añadió que la decisión de la UE «puede hacer que el gobierno de Rusia se atrinchere, ponga en cuestión la presencia de corresponsales extranjeros en Moscú, y eso no beneficia ni a un lado ni al otro».

Comunismo y Putin

El apoyo demostrado a Russia Today por algunos dirigentes del partido no coincide, no obstante, con la posición de muchas fuentes consultadas. En opinión de algunos cuadros y miembros de Podemos, por ejemplo, es más importante centrarse en relacionar a Putin con la derecha, que en defender a Russia Today. No hacerlo representaría un error estratégico, tal y como están señalando públicamente otros referentes del espacio morado, como el periodista Enric Juliana de La Vanguardia (autor de un libro-Entrevista a Iglesias).

La cúpula morada también es sensible a esta reflexión. El pasado lunes la cuestión de Rusia y Ucrania centró el debate de la ejecutiva. Y una de las claves de este encuentro fue evitar que la oposición centre sus ataques contra los ministros morados para forzar a Sánchez a que prescinda de su presencia en el Consejo de Ministros.

Tal y como desveló este diario, los ministros de Unidas Podemos entendieron desde el pasado jueves que su posición podía debilitarse por el conflicto en el este. Y sus sospechas se han reforzado a medidas que detectan en tertulias de radio y televisión repetir esta exigencia. Podemos, que tiene bajo su paraguas a varios tertulianos, cree que la oposición busca asociar el «comunismo» a Putin para alejar a los morados del Gobierno. Es por ello que Podemos se ha apresurado a diferenciar los dos términos.

Aunque se trata de una campaña difícil de ganar. Hace siete días, el actual presidente de Rusia hizo un discurso nostálgico filosoviético pocas horas antes lanzar su ofensiva. Es sabido en los ambientes diplomáticos que Putin considera las áreas limítrofes de Rusia todavía como parte de la esfera de influencia de la ex-URSS. Carros rusos que invadieron a Ucrania lucían banderas rojas y la cadena británica BBC destacó que el discurso de Putin sirvió «para expresar nuevamente su pesar por la caída de la Unión Soviética«. Una tesis que es respaldada por documentos bibliográficos y hasta audiovisuales, como el documental entrevista de Oliver Stone sobre el gobernante ruso.