Bolaños pactó con Díaz el nuevo paquete de ayudas para reunificar la coalición
El ministro de la Presidencia estuvo todo el fin de semana al teléfono con Yolanda Díaz e Ione Belarra para cerrar el plan anunciado por Sánchez
El Gobierno nunca ha temido una salida de Podemos del Gobierno de coalición, pero sí era consciente de que el giro sobre el Sáhara ha sido «demasiado» para el socio minoritario. Y más después de otras dos rectificaciones, el envío de armas a Ucrania y el incremento de gasto en Defensa al 2%, que tensionaron al máximo a Podemos, tras no haber sido informado previamente a los anuncios, y que ya rebasaban el límite de lo que los morados podían permitirse ante su electorado. Por ello, el núcleo duro de Pedro Sánchez ha querido cuidar a su socio de coalición y concederle la bandera de un nuevo ‘escudo social‘ en el Plan de Recuperación de la crisis de Ucrania.
Unas medidas que se recogerán en el real decreto que aprueba este martes el Consejo de Ministros y que hace suyas la cuota morada de la coalición. Tanto la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, como la ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra, amadrinaron iniciativas que cuentan con «el claro sello» del espacio confederal. Un guiño pactado por los socios de la coalición, tanto en el fondo como en la forma de ponerlo en escena.
Según explican fuentes gubernamentales a THE OBJECTIVE, las conversaciones previas se sucedieron la semana pasada entre los ministerios implicados, pero no fue hasta el viernes por la noche, una vez que se logró el acuerdo del Consejo Europeo, que se aclaró hasta dónde podía llegar Bruselas con la confesión de la llamada ‘isla energética’, cuando el ministro de presidencia, Félix Bolaños, entró en la negociación directa con sus socios para cerrar la letra pequeña del decreto. «Hemos estado trabajando todo el fin de semana y toda la noche», explicó Díaz este lunes al termino de la presentación de Pedro Sánchez a los empresarios del Ibex 35.
Bolaños, a los mandos
Según las citadas fuentes, durante todo el fin de semana se han multiplicado las reuniones de los equipos ministeriales, con «miles de llamadas entre Bolaños y Díaz» y «algunas» con Irene Montero y Ione Belarra. Fue Bolaños quien nuevamente ejerció de ‘pegamento’ de la coalición utilizando el ‘nuevo escudo social’ para «aplacar el cabreo» de la formación tras las medidas en el ámbito de la Defensa: el envío de armas y el incremento de gasto militar.
A Ione Belarra se le concedió el tope de incremento de un 2% en el precio de la vivienda; a Yolanda Díaz, la concesión de un nuevo sistema de protección laboral a través de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) del que sacó pecho este lunes la ‘número tres’ del Ejecutivo: «Vamos a desplegar un mecanismo de protección social. No tenemos que despedir a nadie; hay que ir al mecanismo ERTE».
Fuentes de Moncloa consultadas por THE OBJECTIVE presumen de que «esta es la diferencia entre la forma de salir de la crisis entre el PP y el PSOE. Nosotros con escudo social y ellos con recortes». El Gobierno de Pedro Sánchez ha utilizado la bandera social de la izquierda al tiempo que enarbola la realpolitik en el terreno de la Defensa. Un equilibrismo que le vale a Podemos para justificar su permanencia en la coalición que nunca quiso abandonar.
La coalición: «Aquí no se va nadie»
«¿Y estos de verdad querían irse? Aquí no se va nadie», exclaman tajantes desde el Ejecutivo a este diario, donde siempre han negado los rumores de ruptura del Gobierno y ahora lo hacen con mas contundencia. Tras el «éxito» del Consejo Europeo el pasado viernes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está satisfecho del trabajo hecho, según su entorno más cercano.
«Hemos trabajado muy duro para llegar a un acuerdo en Europa que nos permitiera topar el precio del gas en España. Si no hubiera habido autorización, habría que haberlo metido vía presupuestos y habría sido imposible porque el coste habría sido incalculable».
Por ello, el Ejecutivo no se puso manos a la obra a negociar con sus socios partida a partida hasta no conocer si habría posibilidad o no de topar el precio del gas y limitar por tanto el de la energía. De esta forma, el Gobierno ha puesto en circulación 6.000 millones de euros de ayudas directas y otros 10.000 millones en líneas de créditos ICO, que «podrían haber sido el doble» sin la luz verde de Bruselas.
El miedo al «fantasma de Zapatero»
Por ello Podemos reconoció este lunes que podrían haber «llegado más lejos» en la concesión de ayudas directas. Porque la intención era haber logrado mayores inyecciones directas en sectores concretos y ayudas a las familias y haber ahondado en la progresividad fiscal y la minoración de los beneficios de las eléctricas. Las fuentes gubernamentales deslizan que se compensó esa contención con el incumplimiento del compromiso de la Conferencia de Presidentes en La Palma de bajar impuestos.
Una exigencia del presidente gallego y líder del PP in pectore, Alberto Núñez Feijóo, que no se llevará a la práctica por tratarse de «una línea roja para Podemos». Según el Gobierno, la formación morada teme el «fantasma de los recortes del ‘tijeretazo’ de Zapatero en 2010» al que pudiera derivar una merma en la recaudación. En resumen, que la coalición termina en tablas: no habrá bajada de impuestos a cambio de un limitado escudo social que le sirve a ambas partes como pegamento para resistir hasta la próxima crisis.