¿Qué pasa en Las Palmas? Es el lugar de España donde más desapariciones hay

Que Las Palmas sea la provincia que más desapariciones denuncia en España no es algo que sorprenda ya a los expertos. Y es que, según deslizan algunos de ellos, lo que ocurre desde hace años en esta zona del archipiélago canario se está convirtiendo en todo un fenómeno sociológico, y al mismo tiempo en una gran incógnita. Los datos recogidos por los informes anuales de desaparecidos no han definido por ahora ningún factor esclarecedor al asunto y ante este realidad, los criminólogos demandan a las autoridades «un plan de acción integral» que dé respuesta a este inusual escenario.

Pese a este obstáculo, los profesionales dan buena idea de las variables que podrían estar influyendo en que Las Palmas se haya convertido en la región española que más denuncias por desaparición interpone al año. En conversación con THE OBJECTIVE, distintos expertos en materia relacionan las causas con la inmigración, los altos indices de suicidios y enfermedad mental que registra la isla, e incluso con la criminalidad.

Según el último informe del Centro Nacional de Desaparecidos, dependiente del Ministerio del Interior, teniendo en cuenta la provincia de desaparición, Las Palmas (3.446), Madrid (2.179), Barcelona (2.179) y Valencia (1.085) son las que presentan un mayor número de casos en 2021. Lo que más llama la atención de los criminólogos no obstante es que el caso canario y, en concreto, que el mayor número de los desaparecidos sean menores de edad. De las denuncias registradas en total, dice el documento, el 66% (14.500) corresponden a menores 18 años. Y de estos, uno de cada siete era español, según las estimaciones de Interior.  

Menores extranjeros

En el caso de Las Palmas ese porcentaje se dispara hasta en un 90%. Es decir que 3.301 denuncias corresponden a jóvenes de entre 13 y 17 años. Es aquí donde distintos expertos arrojan la idea de que, en su mayoría, esta cifra pueda tratarse de menores extranjeros huidos, teniendo en cuenta la presión migratoria, procedente de Marruecos, a la que está expuesta Canarias.

Anabel Carrillo, directora de la Fundación QSD, plantea precisamente este escenario. «La mitad de los menores están tutelados, la otra mitad con familias. Esto puede ser un claro ejemplo de que la Administración tiene problemas en proteger y educar a estos jóvenes que, ya de por sí, proceden de una situación complicada». 

El problema está en que los informes anuales del Ministerio del Interior ya recogen esa casuística en el apartado de «menores ausentes». Desde 2016, el Centro de Desaparecidos ha contabilizado hasta 8.000 casos de este tipo. La mayoría se trata, sostienen, de marroquíes que bien se fugan de los centros poco antes de los 18 años o bien lo hacen una vez superada la mayoría de edad. En cualquier caso, lo que no aclara este balance es si los jóvenes desaparecidos en 2021, en Las Palmas, también pertenecen a la clasificación de «menores ausentes». 

El caso gaditano

Sí lo hace en cambio con la cifra de desaparecidos en Cádiz. Esta provincia andaluza (733) es la que mayor número de desapariciones activas tiene. Le siguen Las Palmas (482), Barcelona (359) y Madrid (327). Ante estas cifras, el informe apunta que gran parte de las denuncias activas en la provincia de Cádiz (495) «corresponden a hombres menores de origen marroquí, muchos de ellos desaparecidos entre 2016 y 2018» por el incremento de los flujos migratorios en ese margen de tiempo. Pero ¿y los 482 casos de Las Palmas? ¿Son marroquíes? ¿Españoles? ¿De otra nacionalidad?

Lo que sí aclara el informe son los casos de menores ausentados que continuan sin resolverse en Canarias (263). En Las Palmas son 251, frente a Santa Cruz de Tenerife que sólo contabiliza 12. «¿Por qué hay tanta diferencia entre las dos provincias? ¿Nadie se ha preguntado esto?», critica Carmen Balfagon, experta en Psicopatología Criminal y Forense, y Decana del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid. 

Esta profesional reflexiona que las características geográficas de una isla son completamente distintas a las de la península. «Son 482 casos activos. Según la metodología del informe ,318 son jóvenes de entre 13 y 17 años. Es una isla, insisto. Es un factor determinante. Allí la gente sale por aeropuerto o barco. No hay más opciones. ¿Dónde están?», denuncia Balfagon. «En la península estos casos podrían ser una desaparición voluntaria. Si estás en Cádiz, por ejemplo, puedes ir andando a Sevilla, allí coger un coche, luego otro… Pero, ¿y en una isla? Allí lo más fácil es deshacerse de un cuerpo», advierte. 

Fugas

La decana del Colegio de Criminología de Madrid tiene claro cuál debería ser el siguiente paso de la Administración: «Investigar, investigar e investigar». «¿Por qué no se hace un trabajo más activo? Si estos casos van al alza desde hace años, lo ideal sería que hubiese una unidad de desaparecidos en Las Palmas. ¿Qué haces con las familias de los desaparecidos? ¿Qué respuestas les das? Urge que se empiece a investigar lo que está ocurriendo en esta isla canaria», zanja esta criminóloga. 

Dejando a un lado variables como la inmigración o la criminalidad, Anabel Carrillo también señala otras causas posibles. Entre ellas, los altos índices de suicidio y enfermedades mentales que existen en concreto en Las Palmas y que, de alguna manera, «podrían estar relacionados con las desapariciones que se producen». 

Y, por último, las fugas. Según explica esta experta, los estudios revelan que la mayoría de las denuncias por desaparición de menores corresponden a fugas del hogar familiar. «Estos casos se resuelven entre uno y tres días. Además, hay que tener en cuenta que de los datos del informe hay un gran porcentaje de reincidencia entre los menores». Carrillo pone un ejemplo y es que, según suscribe el balance, la desaparición de un mismo menor fue denunciada en 95 ocasiones el año pasado.