Sánchez ofrece a Feijóo renovar el Poder Judicial y el Constitucional antes del 12 de junio
El mandato del CGPJ lleva más de tres años caducado, mientras que deberán elegirse magistrados para el TC el próximo año
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha planteado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, la posibilidad de renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) (pendiente desde hace más de tres años) así como el Tribunal Constitucional antes del 12 de junio. Estas propuestas se dan en el marco del encuentro que ambos mantienen este jueves en el Palacio de la Moncloa.
En este encuentro, que ha comenzado a las 11.00 y se ha prolongado durante tres horas, Sánchez ha propuesto a Feijóo once acuerdos para recuperar «consensos básicos» que a juicio del Ejecutivo se han perdido en España.
Entre esos once acuerdos se incluye la renovación del CGPJ, pendiente desde hace más de tres años, y la renovación del TC, porque tras el bloqueo de 2019 que se solventó en otoño del año pasado, vuelve a tocar renovar a cuatro de los magistrados. Fuentes del Gobierno han indicado que la propuesta es renovarlos antes del 12 de junio. Además, el Gobierno quiere reactivar antes del 20 de abril la reforma del voto exterior, que ahora se debe rogar.
Acuerdos en la guerra, rebaja de la luz y fondos europeos, pero no impuestos
Sánchez quiere lograr además un pacto para el plan nacional de respuesta a la guerra, el respaldo del PP a las gestiones del Gobierno en la UE para rebajar el precio de la luz o la gestión de los fondos europeos, una postura unitaria en política exterior, acuerdo una la reforma constitucional que elimine el término «disminuido», consenso en la ley de seguridad nacional, reafirmar el pacto antitransfuguismo y reforzar la lucha contra la violencia de género.
A pesar de que Sánchez y Feijóo buscarán un entendimiento, a esta reunión llegan con recetas diferentes para hacer frente a la inflación disparada y la crisis económica agravada por la guerra en Ucrania, pues los populares reclaman bajar los impuestos, deflactando el IRPF, y recortar en gasto superfluo mientras el Gobierno ha advertido de que «desarmar» el estado de bienestar sería «suicida».