El madrileño Juan Lobato desbanca a Juan Espadas como el barón favorito de Sánchez
El presidente tenía previsto un acto en Andalucía este fin de semana que se ha cancelado por otro en Madrid con los «futuros candidatos madrileños»
Unos suben y otros bajan. Unos vienen y otros van. El poder territorial es caprichoso y en ocasiones quienes parecían heredar unas plazas condenadas al olvido superan a otros que se las prometían felices heredando un feudo llamado a recuperar el Gobierno. Es el caso de dos comunidades antagónicas: Madrid y Andalucía. El primero, un feudo del PP, el segundo, del PSOE, «accidentalmente ahora en manos de los populares», en la concepción socialista. Para recuperar ambas plazas, Pedro Sánchez eligió a dos perfiles igualmente antagónicos: Juan Lobato y Juan Espadas.
El primero, sin llegar a la cuarentena, fue fruto de una carambola tras la forzada dimisión de Ángel Gabilondo y la fallida candidata a sucederle, Hana Jalloul. El entonces alcalde de Soto Del Real dio el paso sin el apoyo inicial de la dirección pero se alió con ella cuando, a falta de una opción mejor, aceptó el ticket electoral con Mercedes González, la actual delegada del Gobierno en Madrid, apuesta fuerte de Pedro Sánchez para recuperar la primera plaza municipal de España.
Lobato «se viene arriba»
Su ajustada victoria en las primarias de octubre, por el 60% de los votos de la federación madrileña, despertaba recelos entre los más veteranos de la antigua FSM que seguían sospechando que, en el último momento, «Sánchez dará un golpe de autoridad y le obligará a retirarse por algún ministro o ministra». Pero en la dirección socialista de Ferraz, también en Moncloa, admiten que «Lobato le ha dado la vuelta a la situación como un calcetín y se ha ganado la candidatura» frente a los experimentos con gaseosa como Ángel Gabilondo o Pepu Hernández de quienes el PSOE parece haber tomado nota.
El perfil desconocido y juvenil de Lobato se ha convertido en un punto a favor que está aumentando su popularidad y las expectativas del PSOE. Según fuentes socialistas, el PSOE de Madrid ha recuperado ya la primera fuerza hegemónica de la izquierda arrebatando su posición a la candidata de Mas Madrid, Mónica García. Y esto es gracias a que «Lobato ha sabido aprovechar su oportunidad con el escándalo del hermano de Ayuso con una campaña dura pero sin estridencias y se ha venido arriba». Y lo ha hecho aliándose con la bendecida por Pedro Sánchez, Mercedes González, que está haciendo lo propio con el alcalde Almeida.
En privado, el PSOE se frota las manos. El caso del hermano de Ayuso y el primo de Almeida sirven al tándem Lobato-González para calentar una precampaña para las municipales y autonómicas de mayo del 23 que, de facto, ya ha comenzado y en la que el PSOE vuelve a intentar pescar en el caladero madrileño. Así se explica la convocatoria de este sábado en Madrid. El presidente, Pedro Sánchez, corona a sus candidatos en Madrid con un acto este sábado en el Espacio Rastro Madrid.
Sánchez cambia Madrid por Andalucía
Lo relevante es que esta convocatoria se cerró a principios de semana, tras cancelar un acto de Sánchez en Andalucía con Juan Espadas, según adelantan fuentes socialistas a THE OBJECTIVE. Un abandono que las citadas fuentes atribuyen a la imposibilidad de iniciar la precampaña andaluza en el primer fin de semana de la Semana Santa, lo cual ha pospuesto la convocatoria. La suspensión, a iniciativa de Espadas, no ha sentado bien en Ferraz. Con mesura en la crítica, algunas fuentes contraponen el arrojo de Lobato con la suficiencia de Espadas, pese a la inminente convocatoria de elecciones e Andalucía que el PSOE sitúa el 12 de junio. El reproche velado y contenido se centra en que Espadas priorice su condición de «semanasantero y cofrade» a su candidatura.
Y más cuando, a juzgar por sus malas perspectivas, «no tiene un minuto que perder» y, paradójicamente, parece dar por perdida las elecciones ante los malos resultados que registra en las encuestas internas y externas. Tanto los sondeos propios adelantados por THE OBJECTIVE como el barómetro del CIS andaluz de esta semana coinciden en que Espadas rebajaría el suelo de Susana Díaz en 3 parlamentarios con entre 30 y 31 escaños en el parlamento de Andalucía.
Si Lobato se ha ‘venido arriba», Espadas se ha venido abajo. Según explican a este periódico fuentes socialistas, el fulgurante ganador de las primarias contra Susana Díaz en el mes de junio se ha dejado llevar por el derrotismo y podría ocupar un espacio en la constelación de estrellas fugaces del PSOE que como Hana Jalloul, José Manuel Rodríguez Uribes o Pilar Llop nunca acabaron de despuntar a nivel electoral.
Buen pegamento, mal candidato
Quien hace pocos meses despertó la ilusión de concitar la unidad de una federación rota durante el susanismo, ha dado la razón a quienes sostenían que era un buen pegamento para el PSOE andaluz pero un mal candidato. Los mismos que confiaron en él para el post susanismo, empiezan a hablar ya del «post espadismo». Tanto que incluso los susanistas reconvertidos piden «hablar menos del sucesor de Juan y más preocuparse de meter votos en las urnas».
Se le atribuyen errores sonados como dejar la alcaldía y asumir un puesto en el Senado en la cuota de designación autonómica en sustitución de Susana Díaz. Espadas desoyó el consejo de Ferraz de no buscar cobijo en el cementerio de elefantes, que es la cámara alta, y donde comparte bancada con la ‘ex’ Susana Díaz. Espadas se fue de Sevilla y hoy su silla está en entredicho.
