Carmen Calvo ataca a Belarra: «Si no puedes ser ministra de una monarquía no lo seas»
Carmen Calvo e Ione Belarra. | Europa Press
La presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso, Carmen Calvo, le ha dicho este martes a la titular de Asuntos Sociales, Ione Belarra, que «si no puedes ser ministra de una monarquía parlamentaria, que es la fijada en la Constitución, y del jefe del Estado, que es el rey Felipe, pues no puedes ser ministra«, por «honestidad y gallardía política«.
Calvo ha respondido así a la también secretaria general de Podemos, que ha rechazado el «maquillaje» de la monarquía, tras hacerse público el patrimonio de Felipe VI, en unas declaraciones en las que ha defendido que en una democracia los ciudadanos deben elegir al jefe del Estado.
«Si esa objeción te impide ser ministra, pues ‘soy tan republicana y no puedo’, eso se llama honestidad y gallardía política; y si no es así, tenemos que hacer apreciaciones un poco más respetuosas«, ha señalado Calvo a los periodistas antes de participar en Valencia en un acto de reconocimiento del trabajo de 14 mujeres de sectores esenciales en los primeros momentos de la pandemia organizado por la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana.
«Si alguien en la política personalmente tiene una objeción muy grande con un asunto (de gran trascendencia política o ideológica), con gallardía hay que pagar el precio y retinarse», ha aseverado Carmen Calvo.
Defensa del Rey
La exvicepresidenta del Gobierno ha defendido que «el rey Felipe tiene un comportamiento absolutamente constitucional e impoluto en su trabajo» y «a nadie nos gusta que nos achaquen en política lo que no somos y no hacemos», ha añadido en relación a las declaraciones de Belarra.
«Eso no me parece que forme parte de las discrepancias de dos partidos políticos que gobernando tienen posiciones diferentes», ha agregado.
Calvo ha señalado asimismo que en estos momentos «hay unos 50 escaños republicanos y casi 300 defensores de la monarquía parlamentaria y esos son los datos y a lo que te tienes que atener», al tiempo que ha defendido que en democracia «gobierna la mayoría con respeto a la minoría pero no al revés».
Según ha afirmado, «lo que nos ha ocurrido con el Rey emérito no le puede volver a pasar a este país» y ha defendido que «la situación que vivimos con el rey Felipe es radicalmente distinta, una monarquía trabajadora y austera que creo que tiene que seguir dando pasos al frente».
Acecha el «neoliberalismo posmoderno» de podemos. Las libertades se viven con todos, en común. Eso no lo comparten. Lo que practican son la libertades individuales, descalificando todo lo que nos es común; cualquier descalificación que destruya la democracia les vale. Un neoliberalismo profundo, camuflado, y crítico con todo lo que disiente de su pensamiento. Solo entienden hablar de libertades, a la vez que intentan imponer «un solo y válido pensamiento», que, por supuesto, es el de Podemos. Esto es lo que vienen aportando. Piensan que al deshinibir a la sociedad de las instituciones, y crear «una sola libertad», llegarà su mundo soñado. Provocan, en quien los sigue, un alejamiento de cualquier institución democrática, y como resultado desilusión, desinterés de lo común, y lo que es peor, rechazo de lo que es de todos. El nuevo noeliberalismo.
Alguna de esas cosas tendría que recordárselas a su partido, incluso a sí misma. Pero ahí están esas personas que son campeonas en deslealtad dando lecciones. Como si ella no hubiera estado en el Gobierno con Iglesias guardando silencio hasta que este decidió suicidarse en las urnas de Madrid. Otro tanto de lo mismo ocurre con el feminismo. Después de imponernos a todos el género, ahora que se ven superadas apelan a que la biología también existe. Cuánto tiempo tendremos que soportar la indigencia intelectual y moral de quienes ocuparon y ocupan puestos en las más altas instituciones del país.
Parece que la ignorancia pude colarse en quien menos se lo espera. Una ley que esclaviza a adolescentes a los productos farmacológicos toda su vida, dependiendo de grandes industrias; una ley que provoca transiciones a adolescentes, en esa edad, ya de por si conflictiva, que cuando quieren destransicionar, como ya ocurre, y ven que les quedan secuelas irreversibles; una ley donde niños con vidas sociales complejas, no les deja mas opciones que una sola salida, la del enigmatico sentimiento, acallando voces que vienen del conocimiento científico en forma de sanciones; una ley que prescribe la palabra que sea disidente; una ley que se camufla de libertad para todos dejando a muchos en la estacada; esto no es inclusivo, esto es nocivo.