El Govern lanza una ofensiva en Bruselas para explotar el 'catalangate' a nivel internacional
La ANC recurre al partido Piratas Europeos para pedir la dimisión del comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, por no reunirse con ellos ni con JxCat
El Gobierno catalán quiere rentabilizar en Europa el caso del supuesto espionaje que sufrieron unos 60 independentistas a través del software israelí Pegasus. La consejera de Acción Exterior, Victòria Alsina, ha viajado hasta Bruselas este lunes para arremeter contra el comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, por no haber recibido en los últimos siete años ningún representante del Ejecutivo autonómico y, en cambio, reunirse con el líder del PSC Salvador Illa y «asociaciones como Societat Civil Catalana».
En medio del juicio del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las euroórdenes que afecta a Carles Puigdemont y el resto de cabecillas del procés fugados de España, el independentismo busca «presionar a las instituciones comunitarias» a través del caso bautizado como ‘Catalangate’, explican las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE.
Investigación de Bruselas
El objetivo es que la Comisión Europea investigue al Estado español por un asunto que, a juicio de la consellera, asimila a España con Hungría o Polonia: «No se puede permitir un doble estándar y no puede ser que apunte a Polonia o a Hungría cuando hay una vulneración flagrante de derechos, y en cambio gire la cara hacia otro lado cuando se trata de España».
Las informaciones sobre el presunto nexo con el Kremlin del entorno de Junts per Catalunya (JxCat) ha dañado las relaciones de los tres eurodiputados de este partido con el Parlamento y la Comisión Europea. Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí vieron cómo las autoridades de la Eurocámara les apagaban el micrófono en sus respectivas intervenciones contra España por no ceñirse al orden del día o usar de forma «personal» su tiempo de participación.
Nexo con el Kremlin
La nueva consiga del secesionismo catalán es pasar página de esta polémica e intentar que las autoridades comunitarias se tomen en serio el caso de espionaje con la apertura -en palabras de Alsina- de «una investigación hasta las últimas consecuencias». Para ello, uno de sus principales adversarios es el comisario de Justicia de la UE.
Didier Reynders abrió la puerta a reformar la euroorden y ha mantenido la posición de Bruselas a favor del Estado en su causa contra los nacionalistas catalanes. Durante su etapa como ministro de Exteriores del Gobierno belga, Reynders también fue el principal contrapunto de los nacionalistas flamencos de la N-VA, los principales aliados de Puigdemont en el continente.
El exmandatario catalán hace tiempo que tiene al político belga en el centro de sus críticas. Su partido informó el pasado 15 de diciembre que le habían pedido una reunión y que esperaban «que la Comisión escuche todas las opiniones». No obstante, Dreyners no quiso recibirles.
Piden la dimisión del comisario de la UE
El comisario de Justicia de la Unión Europea mantuvo un encuentro el pasado 9 de diciembre con Societat Civil Catalana (SCC). El hecho de que, como con JxCat, también declinara reunirse con la Assemblea Nacional Catalana, ha propiciado una campaña en contra del dirigente europeo. Aseguran que el código de conducta interno prohibe a los comisarios reunirse con organizaciones que no estén registradas (y SCC no se registró hasta enero de 2022).
Los eurodiputados de JxCat pidieron explicaciones a la Comisión sobre este hecho, pero insatisfechos por la respuesta obtenida, han movilizado a sus terminales civiles, como la ANC, para que pida su dimisión. La entidad presidida por Elisenda Paluzie ha recurrido a Pirates de Catalunya, partido extraparlamentario catalán, para que sus homólogos europeos empiecen los trámites para una investigación «contra SCC y Didier Reynders» y «la aplicación de las sanciones correspondientes» por lo que consideran «una falta muy grave».
En un hilo en Twitter, también piden la «dimisión inmediata» del comisario y la «anulación» de la inscripción de la entidad constitucionalista en el registro de Transparencia de la Unión Europea.
La consellera Alsina, con su visita a Bruselas, también se ha adherido a presionar a las instituciones comunitarias ahora que el ‘catalangate’ ocupa parte del interés mediático. En declaraciones en el Parlamento Europeo, ha sostenido que la reacción del Gobierno de Pedro Sánchez depende en muchas ocasiones de la «presión internacional» y no ha escondido que en su encuentro con Puigdemont se ha abordado «cómo a nivel internacional se puede maximizar el impacto de todas las actuaciones que se deban hacer».