El PSOE se olvida del cordón sanitario a Vox en la votación para acceder a los secretos oficiales
Los votos socialistas fueron indispensables para que la formación de Santiago Abascal entrase en la comisión de Gastos Reservados
El PSOE ha fustigado al PP desde que Alfonso Fernández Mañueco formó gobierno con Vox en Castilla y León, pero en la primera ocasión que ha tenido de aislar a la formación de Santiago Abascal ha preferido seguir el dicho de pelillos a la mar. Fue en la votación para elegir a los portavoces de los grupos parlamentarios en la Comisión de Gastos Reservados o secretos oficiales. El apoyo de los socialistas fue indispensable para que Iván Espinosa de los Monteros superase el listón de los 176 apoyos y entrase en nombre de Vox.
Espinosa de los Monteros quedó en sexto lugar en número de votos (un total de 270) y a poca distancia de la popular Cuca Gamarra (282), el socialista Héctor Gómez (280), el naranja Edmundo Bal (276), el peneuvista Aitor Esteban (275) y el morado Pablo Echenique (272).
Sólo hubo 288 votos de los 350 posibles en la votación secreta en urna, de los cuales seis fueron en blanco y hay que tener en cuenta que los nueve representantes de Ciudadanos no votaron en señal de protesta por la entrada de los independentistas en dicha comisión.
Así las cosas, para llegar al meritorio listón de 270 apoyos, Vox necesitó los votos del PSOE (120) y PP (88) para unirlos a sus 52 representantes. La suma PSOE-PP-Vox da 260, así que hubo otros diez diputados adicionales que escribieron el nombre de Espinosa de los Monteros en la papeleta. Posiblemente, los dos de UPN, el de Foro Asturias y los diputados de PCR, CC y Teruel Existe estén entre ellos. Pablo Cambronero se ausentó en la votación, así que los cuatro restantes son una incógnita, pero difícilmente provinieron de Podemos pues hubo orden tajante de no votar a Vox.
El cambio de reglas que molestó a Vox
Más complicado que Vox lo tuvieron los cuatro representantes de partidos independentistas que lograron su entrada a la comisión de secretos gracias a la rebaja de los requisitos acordada por Meritxell Batet, pues quedaron por debajo de los 200 votos: Gabriel Rufián (ERC), Miriam Nogueras (JxCAT) y Mertxe Aizpurua (Bildu) sumaron 186 papeletas, mientras que Albert Botran (CUP) ha sido el último con 185.
Batet cambió a principios de esta semana las reglas para la designación de los miembros de la denominada comisión de Gastos Reservados. Con la oposición del PP, Vox y Ciudadanos, que rechazan que las formaciones independentistas puedan tener acceso a «secretos de Estado», se rebajaron los votos necesarios para salir elegidos en este trámite pasando de los tres quintos de la Cámara (210) a la mayoría absoluta (176).
Los diez diputados, uno por grupo parlamentario, autorizados para acceder a materias clasificadas como secretas recibirán información sobre el uso de los fondos reservados y podrán controlar las actividades del Centro de Nacional de Inteligencia (CNI). ERC ya formó parte de esta comisión en el pasado, concretamente en la última legislatura de Mariano Rajoy, pero para Bildu, Junts y la CUP será la primera vez que logran acceso a secretos de Estado. Una condición extensible también a Vox.
Una vez elegidos sus diez integrantes, Batet ya tiene vía libre para poner fecha a una próxima reunión para recibir explicaciones del Gobierno sobre asuntos pendientes como el supuesto espionaje a políticos independentistas con el llamado caso Pegasus, pero también los gastos reservados de los últimos dos años, los vuelos en Falcon del presidente Pedro Sánchez, las ayudas a la empresa Plus Ultra o las escuchas en los tiempos del PP en Interior.