¿Penaliza más ser de Sevilla como Juan Espadas o de Alicante como Olona?
Seis expertos analizan en THE OBJECTIVE si la provincia de nacimiento resta posibilidades a los candidatos en las próximas elecciones de Andalucía
El 90% de los andaluces se identifica con su idiosincrasia. El estudio del Centro de Estudios Andaluces (Centra) demuestra que Andalucía es un sentimiento. Estos días, con las elecciones a la vuelta de la esquina, los candidatos se afanan por capitalizarlo. Pero Andalucía es también un conglomerado de territorios donde, a veces, la provincia de nacimiento, importa. ¿Penaliza más ser de Sevilla, como Juan Espadas, o de Alicante, como Macarena Olona? Seis expertos analizan en THE OBJECTIVE cómo influye el origen de los aspirantes en sus posibilidades electorales.
Los cabezas de cartel de estos comicios tienen orígenes muy variopintos. En el caso de la aspirante de Vox, ni siquiera es andaluza. Sevilla, por ser capital, granjea cierta animadversión en el resto de provincias. Sin embargo, la mayoría de los presidentes han sido sevillanos: Rafael Escudero, Jose Rodríguez de la Borbolla y Susana Díaz. Otros han tenido una vinculación estrecha con la ciudad hispalense. Es el caso de Manuel Chaves, que nació en Ceuta, y de José Antonio Griñán, que lo hizo en Madrid. Todos son socialistas.
La popularidad de Espadas
«Cualquier andaluz diría que lo difícil es ser presidente si no eres de Sevilla. Esto tiene una explicación: el PSOE ha tenido su polo de poder en esa provincia y lo normal es que el candidato saliese de ahí», explica el periodista malagueño Teodoro León Gross. Por eso cree «lógico» que el primer presidente regional del PP, Juan Manuel Moreno, sea de Málaga, la provincia en la que históricamente ha cosechado mayor predicamento este partido.
Leon Gross sostiene que el sitio en el que naces en Andalucía no es indiferente, aunque no considera que penalice. «No es una hipótesis, a los hechos me remito». El también profesor universitario relata que muchos aspirantes sevillanos han conseguido que el PSOE ganara las elecciones en las ocho circunscripciones, algo que cree que ahora puede conseguir el PP de Moreno, al que las encuestas dan como vencedor, pero alejado de la mayoría absoluta. Pactar con los de Santiago Abascal es una opción.
«Su llegada a Sevilla también generó reservas. Le criticaron por la forma de vestir, por no manejar los códigos», insiste Leon Gross. En su opinión, Andalucía es una región de taifas. Asegura que, en las rencillas provinciales, tienen mucho que ver los problemas de comunicación que ha padecido esta tierra tradicionalmente. «Siempre han existido dos Andalucía, la Occidental del Guadalquivir, y la Oriental, nazarí y mediterránea».
Que la provincia de nacimiento del candidato no influya en las urnas no significa que no lo haga su vinculación con el lugar. Es el caso de Espadas, que según León Gross no termina de despojarse del traje de alcalde de Sevilla, cargo que abandonó el 7 de enero. Una posición en la que coincide con Juan Manuel Marqués, subdirector de Diario de Sevilla.
«El problema de Espadas es desvincularse de esta ciudad. No termina de hacerlo y, en algunas provincias, puede estar mal visto haber sido alcalde de Sevilla», insiste Marqués. El periodista gaditano narra la anécdota que protagonizó el aspirante socialista la semana pasada. Espadas intentó colarse en la foto de la recepción oficial del Real Betis en el Ayuntamiento tras ganar la Copa del Rey. «Eso sí que puede generar mucho rechazo».
Marqués considera que el lugar de nacimiento de los candidatos no es un motivo de repudio. «Es algo muy residual. Esto no es Bosnia y Herzegovina». Recalca que los cabezas de cartel no siempre han sido sevillanos y pone como ejemplo los casos de Chaves o del onubense Diego Valderas, histórico dirigente de IU, que llegó a ser vicepresidente de la Junta. Algo similar sucede en estos comicios, donde cada candidato proviene de una provincia distinta.
«Elemento de desgaste»
El subdirector de Diario de Sevilla apunta al desconocimiento de los electores como el principal problema de Espadas. Un caso muy diferente al de Macarena Olona. «Ser una candidata de fuera puede penalizar, pero en este caso su electorado se lo admite. Vox está de moda y, además, es un partido centralista». El único inconveniente para Marqués es que el resto de partidos utilizarán su origen como «elemento de desgaste».
La alicantina fue nombrada oficialmente candidata de Vox el jueves, pero lleva meses haciendo guiños a los andaluces. Uno de ellos a principios de marzo, cuando Olona subió una foto en Twitter vestida de flamenca que fue muy criticada por «continuar con los estereotipos». La candidata de Adelante Andalucía, la gaditana Teresa Rodríguez, reaccionó inmediatamente: «Las mujeres en Andalucía nos vestimos de flamenca para la feria. Macarena Olona se disfraza de flamenca, que no es lo mismo, para fingir ser lo que no es».
«La candidatura de la extrema derecha es una tomadura de pelo. No es que sea una paracaidista; el problema es que no sabe nada de los problemas de Andalucía y no aporta soluciones», sostiene el periodista sevillano Javier Aroca. En su opinión, en las elecciones «opera más la ideología» que el lugar de nacimiento.
Aroca recuerda que Plácido Fernández Viagas, presidente preautonómico, nació en Tánger. Además, revela que Susana Díaz no solo era de Sevilla, sino que presumía de su barrio, El Tardón. «Lo de Sevilla no ha penalizado nunca, aunque mucha gente tenga una narrativa localista y cateta». El prestigioso arquitecto malagueño Salvador Moreno Peralta, Premio Nacional de Urbanismo en 1983 y estudioso del territorio, advierte de que en Andalucía no existe conciencia autonómica y que eso puede penalizar.
Moreno Peralta lo llama «el archipiélago andaluz», donde existen ocho provincias sin vertebrar y sin interés supramunicipal. «Hay una rivalidad tonta entre Málaga y Sevilla. Compiten como si fuesen empresas y eso genera situaciones ridículas». En ese escenario, sostiene que el origen de los candidatos es importante. «La irrupción en Sevilla de políticos malagueños (en referencia al actual presidente regional) se ha visto como un acto de saqueo. Hay un sentido patrimonialista».
El arquitecto afirma que «la carga simbólica de Sevilla incapacita en ocasiones a sus políticos» para comprender el resto de la región. «Hay un centro, que es Sevilla, y una periferia que es todo lo demás». Sostiene que todos los partidos van a incidir sobre el origen de Olona, pero que el problema no es su lugar de nacimiento, sino si es capaz de comprender la complejidad de esta tierra. A Espadas, dice, lo que le lastrará será que no goza de gran popularidad entre los electores.
La marca Vox
«El conocimiento del candidato antes de convocar las elecciones del 19 de junio era mayor en Sevilla que en otras provincias, pero eso cambiará», admite el sociólogo José Pablo Ferrándiz. El director de Opinión Pública en Ipsos explica que el aspirante socialista cuenta con la marca PSOE, y que eso puede desequilibrar la balanza. «A Espadas le puede penalizar más la falta de carisma que el origen, que pocas veces es determinante», reconoce.
Algo parecido sucede con Olona. Ferrándiz compara su caso con el de Teófila Martínez, que nació en Santander y fue alcaldesa de Cádiz durante dos décadas, entre 1995 y 2015. «En Vox lo que se vota, y no solo en Andalucía, es la marca. En Castilla y León, muchos de sus votantes ni siquiera conocían al candidato», insiste el sociólogo. Quico Chirino, subdirector de Ideal de Granada, explica que el hecho de que Olona sea una paracaidista pasará desapercibido.
«Macarena se presentó en dos ocasiones por Granada, ha tenido buen resultado y la marca Vox está es ascenso», sostiene este periodista sevillano afincado en la ciudad nazarí. En cambio, cree que el candidato socialista lo va a tener más complicado porque la marca PSOE todavía está «muy resentida en Andalucía» y Espadas no se ha desprendido aún de su imagen de alcalde de Sevilla. «Eso», asegura, «en algunas provincias penaliza».