El CNI avisó al Gobierno en 2019 del espionaje a Pere Aragonès por «coordinar» a los CDR
En 2019, el ahora presidente de Generalidad se encontraba en el punto de mira de la Inteligencia española por arengar a las movilizaciones tras las sentencias del procés
El Gobierno de Pedro Sánchez conoció del espionaje a Pere Aragonès en 2019 tras ser informado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). A finales de ese curso, el máximo órgano de la inteligencia española transmitió a La Moncloa que había solicitado al Tribunal Supremo el permiso pertinente para llevar a cabo estas operaciones ante el temor de que el ahora presidente catalán estuviera coordinando a los Comités de Defensa de la República (CDR) que incendiaron y destrozaron varios puntos de la comunidad.
La información desvelada por el diario El Mundo apunta a que en el momento en el que se ordenó el espionaje contra el ahora mandatario catalán, los miembros del CNI relacionaron a Aragonès con los grupos de radicales que levantaron barricadas e incendiaron neumáticos en la autopista AP-7, a la altura de la frontera con Francia. Habría sido entonces cuando, tras ser autorizados por el juez Pablo de Lucas, se habría utilizado Pegasus para intervenir las comunicaciones del político catalán.
Aragonès llamó a «no aflojar» las propuestas
Esta es una de las documentaciones a las que habrían tenido acceso los miembros de la mal llamada Comisión de Secretos Oficiales, en la que la ya ahora exdirectora del CNI, Paz Esteban, habría rendido cuentas acerca de esta materia y de las razones que llevaron a solicitar la información relativa a Aragonès ante la sospecha de que su puesto institucional estuviera sirviendo para coordinar a los miembros de Tsunami Democratic.
Durante las protestas del procés, el presidente ocupaba el puesto de consejero de Economía, un punto clave en las investigaciones ante las sospechas de los agentes de que la forma de organización de los radicales estaba siendo financiada con dinero público y apoyo del Gobierno independentista. El conseller Aragonès había arengado a las movilizaciones de los radicales e incluso hizo un llamado a la resistencia y a no «aflojar» en la presión. «Necesitamos a la gente movilizada para que el Gobierno se mueva», señaló.
Si Aragonès coordinó a los CDR o no es algo que por el momento no ha sido desvelado. Según señalan desde el mismo medio, los compañeros de partido del presidente niegan esta posibilidad y afirman que es del todo inverosímil. Mientras, se estaba produciendo el espionaje, el propio Gobierno central negociaba con Aragonès diferentes materias.