Ayuso impone tareas a los suyos: no hablar con perspectiva de género, hacer relevos atléticos...
La nueva líder del PP de Madrid subraya en su discurso el carácter «callejero y pandillero» de su partido
La presidenta del Partido Popular en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha impuesto una especie de decálogo de acciones a sus dirigentes en la nueva etapa que empieza, entre las que destaca la prohibición, «bajo amenaza de penalti y tarjeta roja», a la hora de hablar «con perspectiva de género ecorresiliente empoderado», así como llevar a cabo «relevos atléticos» en puestos orgánicos en los que se ceda «el testigo a tiempo, sin llegar nunca a saborear la decadencia».
Ayuso ha avisado de inicio que el PP es el partido que nunca ha pretendido transformar su sociedad sino sus servicios públicos. «Que no divide por clases sociales, sino que las reúne. Que no fabrica identidades. Que no colectiviza. Que no impone ni se inmiscuye en los hogares o los dormitorios», ha enumerado.
La nueva líder popular en la región encendió el volumen de los aplausos cuando se refirió al PP de Madrid como «el partido del pueblo, el partido callejero y pandillero de plazas, terrazas, comercios, estadios o empresas». Un recordatorio del ‘vivir a la madrileña’ que se popularizó durante la pandemia del coronavirus.
«Tenemos casi siete millones de jefes», ha proseguido refiriéndose a los habitantes de la Comunidad de Madrid, «que después de dos décadas nos dan su confianza pero a cambio nos piden el máximo rigor en lo que hacemos y decimos». En ese punto, Ayuso ha advertido que no funciona el ‘esto siempre se ha hecho así’ o el ‘es lo que hay’. «No en Madrid. En Madrid hay competencia, oferta y un enorme abanico de posibilidades», ha hecho hincapié.
Ayuso no quiere un club de amigos
Además, ha insistido en que los partidos «no pueden ser clubes de amigos» pues hay «mucho en juego» en las decisiones que se adoptan: «Tenemos la responsabilidad de hacer las cosas como si de la primera legislatura se tratara. Hoy quien no es verdaderamente útil a los demás no tiene recorrido en política. Y hay que tener claro que nada es para siempre, que los gobiernos no se heredan por derecho y que las tragaderas de la sociedad española no son tan anchas como los señores de la izquierda se piensan. Que hay que ser serios y si no… A tu casa».
Por todo ello, ha pedido a su nuevo equipo unas cosas muy concretas. En primer lugar, humildad. «Quiero gente que venga sufrida a la política: que haya luchado por independizarse, o por formar una familia, o por pagar unas nóminas. Que venga del mundo real, donde se pasa mucho frío».
A continuación, ha exigido «trabajo, trabajo y trabajo» a los que la rodean. «La comodidad aquí está fuera de lugar. Obligatorio
estar planteándonos cada minuto cómo hacer más y mejor cada tarea». También ha reclamado un «respeto sagrado por el afiliado» y que cuanto mayor sea el militante, «más galones» se le conceda.
En este sentido, ha pedido a los suyos una entrega «absoluta» al ciudadano, pues son «nuestros jefes» y profesionalidad en el servicio público. «Esto es algo que se aprende con el tiempo: la paciencia para responder a todos los ciudadanos aunque a veces no nos guste lo que nos dicen, el cuidado en los detalles, el fastidiarse muchos días yendo a sitios que no apetecen, la gestión del cansancio, la cesión de tu tiempo libre. Buscar agradar, ser amables y cariñosos con la gente», ha aseverado.
Por ello, ha exigido un equipo de personas «que saben que en la vida no hay nada fácil y entienden que los ciudadanos no tienen por qué soportar palabras vacías, que no solucionan o aportan nada. En Madrid vamos al grano. Quiero jóvenes del Partido Popular, no viejos de Nuevas Generaciones».
«Quiero un equipo que arriesgue. Que piense nuevas ideas por mucha contestación que tengan. No hay gobierno bueno del PP sin su manifestación de la izquierda en la puerta. Quiero un equipo que haga relevos atléticos, es decir, que ceda el testigo a
tiempo, sin llegar nunca a saborear la decadencia. Sin vacíos de poder ni miedos», ha insistido.
Ayuso ha dejado claro que los nuevos dirigentes del PP madrileño deberán correr «a fondo por un tiempo, sin egos ni rencores» pues es «muy probable» que los que vengan en el futuro «sean mejores que nosotros». De ahí que haya recomendado que siempre hay que aspirar a ir a mejor: «Nadie debe ser insustituible. Que no te echen de menos, ni de mas…».