El himno de la Legión suena entre los voluntarios extranjeros que luchan en Ucrania
Un vídeo distribuido por un medio ucraniano muestra a un combatiente entonando la parte final de la ‘Canción del Legionario’
El himno oficial de la Legión, la conocida ‘Canción del Legionario’, se está cantando entre los voluntarios extranjeros que se han alistado en el Ejército de Ucrania para combatir a los rusos, según un vídeo que ha aparecido en un canal de noticias ucraniano y al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
«Un exlegionario español en las filas de la Legión Internacional Ucraniana. Podemos verle sujetando una MG-42 mientras va cantando la canción conocida como ‘La canción del Legionario’ durante un relevo en el frente», se indica en el comienzo de la noticia.
En el vídeo, de un minuto de duración, se escucha la parte final del himno de la Legión que entona el supuesto combatiente español mientras se dirige a una posición asignada por el Ejército ucraniano. «Ahora mismo se encuentra en una compañía junto a más voluntarios españoles, colombianos, franceses e ingleses», se precisa en la información del medio afín a Kiev. Este documento sonoro que circula en medios ucranianos es el primero que demostraría la presencia de voluntarios españoles en las filas del Ejército ucraniano.
A los tres días del inicio de la invasión, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, hizo un llamamiento internacional y pidió a cualquier extranjero «amigo de la paz y la democracia» que fuera a Ucrania a combatir contra el Ejército ruso. «Esto es el principio de una guerra contra Europa, contra las estructuras europeas, contra la democracia, contra los derechos humanos básicos, contra el imperio de la ley y la coexistencia pacífica», aseguró Zelenski.
Españoles en la Legión ucraniana
La apelación surtió efecto, según el propio cónsul general de Ucrania en Barcelona, Vorobyov Artem. «Unas 50 personas, españolas y de otros países, se han interesado en participar en la Legión Extranjera a través del consulado», explicó a principios de marzo.
El cónsul evitó aclarar los trámites burocráticos que se seguirían a partir de ese momento, pero insistió: «Los llamaremos y les daremos las instrucciones precisas a través de la embajada. Tendremos en cuenta la experiencia militar, pero cualquiera pueda apuntarse. Necesitamos toda la ayuda posible», dijo tras el inicio de las hostilidades.
La realidad, no obstante, es que cualquier ciudadano no puede enrolarse en un conflicto armado exterior sin más decisión que la suya propia, o como respuesta a un llamamiento de otro país europeo. Es más, de hacerlo, podría enfrentarse a su vuelta a acusaciones penales. El Código Penal español establece penas de entre cuatro y 15 años de prisión por comprometer la neutralidad del país en guerras en las que no participa.
«La participación descontrolada en un conflicto puede terminar en una merma de la neutralidad del Estado»
«Será castigado en sus respectivos casos el que durante una guerra en que no intervenga España ejecutare cualquier acto que compromete la neutralidad del Estado o infringiese las disposiciones publicadas por el Gobierno para mantenerla», reza el artículo 591 del Código Penal, en el Capítulo II sobre delitos que comprometen la paz o la independencia del Estado.
A la hora de regular los años de condena, la norma establece la pena de prisión de ocho a quince años si es autoridad o funcionario y de cuatro a ocho, si no lo es, como el caso de algunos españoles que según han publicado diversos medios ya se habrían unido a la resistencia ucraniana.
«La participación descontrolada en un conflicto puede terminar en una merma de la neutralidad del Estado», apuntan las fuentes consultadas. De este modo, quien pretenda alistarse o lo haya hecho en el conflicto ruso-ucraniano «estaría cometiendo un delito», insisten. Distintos letrados señalan que la única vía para que quienes decidan enrolarse lo hagan «con seguridad jurídica» es que el Gobierno se pronuncie al respecto. «Debe haber una causa de justificación por parte del Ejecutivo», aclaran.
Este último es el caso de países como Suecia o Dinamarca, quienes haciendo una excepción en su legislación, similar a la española, manifestaron que no consideraban ilegal que sus ciudadanos pudieran alistarse voluntariamente pese a que los estados no participen directamente en la guerra.