Sánchez mantendrá al embajador en Rabat hasta su jubilación para afianzar la nueva etapa
Ricardo Díez-Hochleitner fue nombrado para este puesto en mayo de 2015 por el Ejecutivo de Mariano Rajoy
El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido prorrogar el mandato del diplomático Ricardo Díez-Hochleitner al frente de la Embajada española en Marruecos hasta el momento de su jubilación, en junio de 2023, con el fin de afianzar la nueva etapa en las relaciones bilaterales tras el final de la crisis, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.
Díez-Hochleitner fue nombrado para este puesto en mayo de 2015 por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, así que acaba de cumplir siete años en ese delicado puesto. Normalmente, los diplomáticos están una media de cuatro años al frente de una embajada, así que en Exteriores se daba como posible su relevo en el segundo semestre de este 2020. Pero finalmente no fue así y la posterior crisis entre ambos países desaconsejó por completo su salida de Rabat a instancias del ministro José Manuel Albares.
El embajador se encuentra en la recta final de su trabajo diplomático. El 30 de junio del próximo año cumplirá 70 años, la edad a la que se jubilan los diplomáticos y que conlleva su cese automático en el Boletín Oficial del Estado (BOE) salvo escasísimas excepciones. La última de ellas se produjo con Carlos Bastarreche al frente de la embajada en el Reino Unido. El Gobierno mantuvo al embajador dos meses adicionales en Londres hasta que pasó el Brexit.
Desde la Oficina de Información Diplomática (OID) siempre se ha subrayado que los nombramientos de embajadores son una «facultad discrecional» del Ejecutivo, vía decisión del Consejo de Ministros, y sobre los que «no existe a priori plazo de permanencia más allá de lo que decida el Gobierno».
La primera prórroga ordenada por Sánchez
Arancha González Laya fue la primera en prorrogar el mandato del embajador Díez-Hochleitner a mediados de 2020 en un momento de fuerte presión migratoria desde las costas marroquíes. Además, el contencioso del Sáhara había entrado en un nuevo escenario, tras la denuncia por parte del Frente Polisario del fin del alto el fuego con Marruecos a raíz de un incidente en el paso fronterizo de Guerguerat.
Sánchez buscó en aquel momento un complejo equilibrio diplomático con Marruecos, en un momento en el que se había topado con la reivindicación de su socio de coalición, Pablo Iglesias. El entonces líder de Podemos reclamó un referéndum de autodeterminación para la excolonia española que incomodó a Rabat.
Una posición que también defendió históricamente el PSOE y que está recogida en las resoluciones de Naciones Unidas tras el complejo proceso de descolonización de este territorio a mediados de los setenta, aunque la posición de los socialistas evolucionó en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero y cristalizó en el apoyo firme al plan de autonomía marroquí por parte de Sánchez en marzo de este año para poner fin a la crisis diplomática con el Reino alauí, que había empezado en abril de 2021 a raíz del caso Ghali.
La embajada en Marruecos es un puesto sumamente sensible para la diplomacia española. Por eso, la elección de un nuevo representante en Rabat recae en última instancia en el propio presidente del Gobierno. Además, el nombramiento se suele comunicar con carácter previo a La Zarzuela por los vínculos históricos entre ambas familias reales.
Nacido el 30 de junio de 1953 en Bogotá, Díez-Hochleitner es licenciado en Derecho e ingresó en 1979 en la Carrera Diplomática. Ha sido director del Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, secretario en la embajada de España en Alemania, subdirector general adjunto de Coordinación Comunitaria para Asuntos Aduaneros Comerciales y director general de Coordinación Técnica Comunitaria.
En 1993 fue nombrado embajador en la República Dominicana y, posteriormente, director del Departamento Internacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno y embajador en Austria, Eslovenia y Bosnia. En 2000 pasó a ocupar el puesto de director general de Política Exterior para Europa y en 2002, el de secretario general o número dos de la Casa del Rey bajo las órdenes del también diplomático Alberto Aza.
En La Zarzuela estuvo destinado nueve años, hasta octubre de 2011, momento en el cual el Ejecutivo de Zapatero le nombró embajador ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), su destino diplomático en París antes de poner rumbo a Rabat en mayo de 2015.