Pedro Sánchez sostendrá a Juan Espadas a pesar del 19-J: «La derrota estaba descontada»
El presidente descarta una crisis de gobierno y actuar en la federación andaluza aunque el partido se revuelva
«La debacle se iniciará el domingo y terminará el domingo». Con esta frase resumen fuentes socialistas a THE OBJECTIVE la estrategia que seguirá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a partir del 19-J. La consigna es la de pasar página de las andaluzas sobre la base de que «la derrota estaba descontada desde el principio». Ni habrá crisis de gobierno en Moncloa ni movimientos en Andalucía, en cuya federación «seguirá al frente Juan Espadas cuatro años más», según fuentes gubernamentales consultadas por este periódico.
En Moncloa son contundentes sobre la voluntad del jefe del Ejecutivo, pese a que en Ferraz tienen dudas de que se pueda «sostener a Espadas si saca menos del millón de votos», tal y como adelantó este periódico. Y, por ello, no se descarta que haya un golpe de autoridad en la misma noche del domingo para mantener prietas las filas desde la dirección socialista. Un mensaje que no llegaría en ningún caso desde el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que no acudirá a la sede socialista para seguir el escrutinio porque «tampoco lo hizo en las elecciones en Madrid o Castilla y León».
En su caso, se espera que sea la vicesecretaria general, Adriana Lastra, quien comparezca finalizado el escrutinio para fijar la posición del PSOE, habida cuenta del creciente protagonismo y visibilidad de la numero dos del PSOE en las últimas semanas. El presidente permanecerá ajeno a la derrota como ha permanecido ajeno a la campaña. De hecho, pese a su participación discreta en los fines de semana de la contienda electoral, Sánchez suspendió un acto en Huelva en la recta final de la campaña y se reservó para el cierre en Sevilla junto a su candidato Espadas.
Ronda de Sánchez con los barones
El entorno del presidente niega modificación alguna de su hoja de ruta por la responsabilidad del mayor fracaso histórico del PSOE andaluz, cuyo suelo se hundirá hasta los 28 escaños, en su mejor escenario, según los pronósticos socialistas. Sin embargo, la apuesta de Sánchez por Espadas para suceder a Susana Díaz en julio del pasado año no le hará partícipe de un resultado que provocará esta reflexión: «Necesita tiempo para reconstruir el partido. No ha pasado ni un año desde que fue elegido» en primarias con el apoyo de Pedro Sánchez y todo el aparato socialista.
Tanto Moncloa como Ferraz confían en que este argumento sirva para acallar a los críticos andaluces que ya afilan cuchillos pensando en el 20-J. Se descartan gestoras ni movimientos para derrocar al secretario general del PSOE andaluz y, para ello, se ha actuado de forma con antelación para aplacar preventivamente el ruido en otros territorios. Según fuentes socialistas, el presidente Sánchez ha hablado con la mayoría de los barones en los últimos días para coordinar el mensaje y garantizar la unidad de la formación sin voces discordantes, más allá de algún barón aislado como las críticas del manchego, Emiliano García Page hace unos meses.
Una voz disonante asumida con normalidad y como mal menor pero que no generará ruido interno, confían en Moncloa. De hecho, precisamente esa ronda de conversaciones con los barones tuvo como objetivo ejercer de dique de contención del nerviosismo en el partido y evitar debates en clave interna. Para ello, Sánchez garantizó a todos los barones que repetirán como candidatos en sus futuras elecciones autonómicas.
No habrá crisis de Gobierno
Las conversaciones discretas que mantiene Pedro Sánchez con los barones socialistas, también se producen en el ámbito del Gobierno. Según diversas fuentes, Sánchez celebró hace unas semanas una comida con los ministros socialistas para comunicarles su voluntad de mantener la hoja de ruta sin convocatoria adelantada de elecciones generales hasta final de la legislatura. En ese encuentro, también les pidió que hicieran un esfuerzo de «pedagogía y didáctica» sobre la acción del Ejecutivo y sus logros. Datos del paro, ERES, Pertes, escudo social… el Gobierno intensificará la tarea explicativa de un Gobierno que «sigue actuando» y que está inmerso en un «ciclo activo, no agotado».
Un mensaje que no es excluyente de que pueda haber algún cambio puntual en el Consejo de Ministros a futuro, antes de las municipales, para ir a esa convocatoria «con todo nuestro capital político». Pero, de hacerse, serían relevos «puntuales, quirúrgicaos» como se hizo con las sustituciones de Salvador Illa o Manuel Castells cuya salida no supuso una gran remodelación del gabinete.
Se descarta por tanto una crisis de gobierno en Moncloa sobre la que se han intensificado los rumores en las ultimas semanas. Diversas fuentes socialistas, algunas gubernamentales, apuntaban a septiembre como el momento adecuado para acometer esta remodelación del Ejecutivo para iniciar el curso político con un «nuevo impulso». Pero Moncloa lo descarta. «No habrá crisis de gobierno ni cortafuegos alguno», dicen con vehemencia en el Gobierno a sabiendas de que el voces críticas han vuelvo a generar distorsiones en el mensaje gubernamental aunque de momento el ruido sea contenido y no ensordecedor.