Vox se queda lejos de sus expectativas tras confirmarse el pinchazo de la 'operación Olona'
La formación verde consigue 14 diputados, dos más que en la pasada legislatura. La debacle de Ciudadanos le convierte en la tercera fuerza del Parlamento
Vox crece, ma non troppo. Consigue 14 diputados, dos más que en la pasada legislatura, aunque la mayoría absoluta del PP convierte ese resultado en intrascendente. A pesar del giro a la derecha en Andalucía, la formación verde se queda muy lejos de su expectativa de doblar escaños. Ni la designación como candidata de Macarena Olona, ni la implicación de Santiago Abascal, ni el concurso de la italiana Giorgia Meloni le han servido para despegar en una campaña muy criticada fuera y dentro del partido. Aún así, la debacle de Ciudadanos le convierte en la tercera fuerza del Parlamento andaluz.
La pretensión de Vox era entrar en el futuro gobierno de Juan Manuel Moreno, al que todas las encuestas dejaban a las puertas de una mayoría absoluta que finalmente ha obtenido. Alivio entre los populares, a quienes los de Abascal prometían poner las cosas difíciles. El líder nacional de la formación verde avanzó en los micrófonos de EsRadio días antes de que comenzara la campaña que los sondeos internos les otorgaban 26 escaños en las autonómicas andaluzas. Frío, frío, pese a la ola de calor.
Vox aumenta tres puntos
No hubo macarenazo, sino una cura de humildad para Vox, que había articulado la campaña en clave nacional. El efecto Olona se diluyó a las primeras de cambio. Los expertos sitúan ese momento en el primer debate de la campaña, que le obligó a dar un giro en la estrategia. La formación verde obtiene el 13,46% de los votos en estas autonómicas, lo que supone que 488.255 andaluces han metido su papeleta en las urnas. Dos puntos y medio y casi 100.000 apoyos más que en los anteriores comicios, cuando irrumpió por primera vez en una Cámara regional.
Unos números muy lejanos a los resultados que alcanzó en las generales de 2019, especialmente en la repetición electoral de noviembre. En aquellas elecciones, la formación verde obtuvo 869.909 papeletas, lo que le disparó hasta un 20,61% de los apoyos. El objetivo de Vox era acercarse a esa cifra. «Hemos estado lejos de la gran ambición que teníamos para Andalucía, pero Vox sigue creciendo y celebra el resultado de una manera patriótica. Estos resultados son buenos para España», ha valorado Abascal.
«El socialismo ha vivido una derrota histórica en su feudo», ha insistido el líder nacional. En su opinión, el desenlace de los comicios supone seguir «la estela del cambio» que ya se ha producido en distintos territorios, como Castilla y León, donde Vox consiguió entrar en el gobierno. «Esto también supone un grito de cambio a nivel nacional», ha reconocido Abascal, alentado en Sevilla por cientos de simpatizantes que ondeaban banderas rojigualdas.
Abascal no ha dejado pasar la oportunidad de solicitarle a Moreno que «no desaproveche esta oportunidad de cambio real». «Estaremos vigilantes», ha enfatizado. A su lado se encontraba una sonriente Olona, vestida de verde esperanza y lanzando besos a la multitud. Salió a su encuentro pasadas las 22.30 horas escoltada por la cúpula del partido, con Jorge Buxadé o Iván Espinosa de los Monteros, entre otros. Sus primeras palabras han sido para agradecer el trabajo de su gente. Luego ha confirmado que se queda en Andalucía para sacarla «del liderazgo de las estadísticas más dramáticas».
Felicitaciones a Moreno
La candidata de Vox a la Junta ha felicitado a Moreno por una victoria que «va a permitirle gobernar en solitario», pero le ha pedido que en esta legislatura lidere «un cambio real». Olona ha destacado que en estas elecciones ha ganado Andalucía, «que ha dicho no a las políticas de miseria y ruina que han traído los gobiernos socialistas. Ha puesto pie en pared al Gobierno de Sánchez». No obstante, no ha escatimado con la autocrítica al asegurar que, aunque su partido ha crecido, «es evidente que no son los resultados que me hubiesen gustado».
La formación verde pasó los últimos meses del año pasado reclamando elecciones a Moreno, cuya investidura apoyaron para acabar con 37 años de gobiernos socialistas. La puntilla a la legislatura la dio en noviembre, cuando se negó a pactar los presupuestos regionales. Un viraje, ya que los de Abascal apoyaron las cuentas en los tres cursos anteriores. El líder nacional dijo en diciembre de 2018 que su formación «nunca será un obstáculo para una mayoría alternativa en Andalucía». Por eso hace unas semanas sus miembros se abrieron a pactar de nuevo con el PP «a pesar de sus incumplimientos».
Vox no estará en la ecuación. No habrá vicepresidenta en la región. Entre otras cosas porque el PP ha fagocitado buena parte de sus potenciales votantes. Los dirigentes de la formación verde ya lo preveían. Si Andalucía supuso en 2018 la irrupción de Vox en los parlamentos regionales, esta vez tenía que ser el inicio de una nueva etapa que culminara con Abascal en La Moncloa. Sin embargo, lo que existe esta noche es abatimiento general. Algunos miembros temen incluso que esta ola suponga un cambio de ciclo y sus aspiraciones se vean afectadas en otros territorios.
Hay dirigentes que, en plena resaca electoral, han criticado que la dirección nacional sacrificara a uno de sus principales activos en Madrid, Macarena Olona. Algunos advierten una jugada para que no hiciera sombra a ciertos líderes, algo que niegan en la cúpula del partido. Abascal ha agradecido a la abogada alicantina que diese un paso al frente «desde una posición de lucha y relevancia excepcional». Ella misma ha confirmado que se queda en Andalucía: «Empieza una etapa apasionante».