Pedro Sánchez culpa a «las mafias» del salto a la valla de Melilla y lamenta las muertes
«Lamentamos la pérdida de vidas humanas, en este caso de personas desesperadas que buscaban una vida mejor», ha dicho el presidente del Gobierno
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha culpabilizado a «las mafias internacionales que organizan los ataques violentos» del salto en la valla de Melilla, en el que según las autoridades marroquíes fallecieron al menos 23 migrantes, y ha lamentado las muertes.
«Lamentamos la pérdida de vidas humanas, en este caso de personas desesperadas que buscaban una vida mejor y que son víctimas e instrumentos de mafias y delincuentes que organizan acciones violentas contra nuestra frontera», ha afirmado en una entrevista en La Vanguardia este lunes recogida por Europa Press, y ha agradecido a la Guardia Civil y la Policía Nacional y la Gendarmería marroquí su labor.
Ha defendido que España tenga buenas relaciones con Marruecos y Argelia al mismo tiempo y ha asegurado que Marruecos «es un socio estratégico para España» en lo que se refiere al control de la inmigración y la lucha contra el terrorismo. Así, ha apostado por –textualmente– ampliar el radio de colaboración con Argelia, en materia de emigración, seguridad y cooperación económica.
Mesa de diálogo y ‘operación Cataluña’
Preguntado por la mesa de diálogo, Sánchez ha abogado para reunirla –en sus palabras– cuanto antes y que no solo esté ERC, sino que también esté presente Junts.
En esta clave, ha señalado al PP por la ‘Operación Cataluña’ y ha lamentado que –a su juicio– no haya asumido «responsabilidades políticas por la instrumentalización de instituciones públicas y aparatos del Estado en favor de sus intereses».
Ha considerado que el nivel de ejecución de fondos del Estado en Cataluña es «mejorable» y ha destacado que también lo ha sido el de la Generalitat en materia de infraestructuras e inversiones territoriales.
Ucrania y eléctricas
Sánchez ha defendido aumentar el presupuesto de Defensa hasta el 2% del PIB «para disuadir, no para atacar» y ha considerado que la izquierda debería –en sus palabras– abrir un debate sobre ello.
Ha subrayado la necesidad de «fortalecer la unidad europea» ante la guerra de Ucrania con la reforma del pacto de estabilidad y crecimiento, la del mercado eléctrico –ante lo que ha considerado que la singularidad de España y Portugal puede servir de modelo– y avanzar hacia la unión bancaria.
Además, ha defendido mantener las sanciones económicas a Rusia por la guerra en Ucrania y sostener un diálogo abierto con su presidente, Vladimir Putin, y ha señalado a Francia y Alemania como los que deben representar a Europa en unas hipotéticas conversaciones de paz.
El presidente del Gobierno ha reafirmado la voluntad de impulsar un impuesto extraordinario a las eléctricas: «Las dificultades de muchos no pueden ser las alegrías de unos pocos».
Ha asegurado que el Midcat «se va a reanudar en el marco de la estrategia energética europea» y que contemplan un potencial gasoducto entre el puerto de Barcelona e Italia.
Asimismo, ha considerado que un espacio político articulado entorno a la actual vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, «será bueno» para España.