Sánchez fía los Presupuestos de 2023 a que Podemos apoye el aumento del gasto militar
Socialistas y morados se juegan en la partida de Defensa la estabilidad del gobierno de coalición ante las últimas cuentas de la legislatura
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en el Congreso de los Diputados | Alejandro Martínez Vélez (EP)
La batalla entre Pedro Sánchez y los ministros de Podemos por el aumento del gasto militar empezó antes de que se echase el cierre de la cumbre de la OTAN en Madrid y promete ser el principal escollo de la negociación para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023. Son las últimas cuentas de la legislatura, así que la estabilidad del gobierno de coalición pende de ese hilo.
Sánchez se ha comprometido a elevar el gasto en Defensa hasta el 2% del PIB en 2029 y apeló a «un acuerdo de país» para lograrlo mediante un pacto de Estado con la oposición. Lo tendrá difícil, pero no porque la oposición de centroderecha (PP, Vox y Ciudadanos) le ponga palos en las ruedas, sino por su socio de gobierno.
En la actualidad, la asignación apenas rebasa el 1%, por lo que el plan del Ejecutivo supone doblar en siete años los actuales 10.155 millones de euros asignados al departamento de Margarita Robles, y que en este 2022 ya ha supuesto un 7,9% más que lo presupuestado en 2021. El Gobierno ha puesto entre sus prioridades las inversiones militares, a las que se destinarán este año 3.647 millones, un 18% más que en el ejercicio anterior y que redundarán en el desarrollo de la industria nacional y la creación de empleo, a juicio de la ministra.
Belarra responde al anuncio de Sánchez
Sin embargo, Podemos ya ha avisado a Sánchez que no tiene intención de apoyar un aumento tan significativo del presupuesto en Defensa hasta situarlo en el 2% del PIB del país. Lo hizo por boca de la secretaria general de la formación morada y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. «La gente necesita una renta garantizada, más atención primaria o un especialista cuando está enferma, no más tanques ni más armas», dejó claro este jueves en el Congreso de los Diputados.
Además, la propia ministra de Defensa negó en marzo en sede parlamentaria que España pueda alcanzar en el futuro ese 2% del PIB. «Estoy absolutamente satisfecha con el hecho de que este año, con el presupuesto de 2022, el presupuesto de Defensa haya tenido un incremento del 7%. El otro día, el presidente del Gobierno anunció que íbamos a llegar al 1,22%. Siempre he sido muy leal y muy honesta, nunca llegaremos al 2%», subrayó Robles a los diputados de la Comisión de Defensa en la que se analizó la ayuda española a Ucrania y las misiones internacionales en el exterior.
Así que la tarea de Sánchez, y los que le puedan suceder de aquí a finales de la década, parece hercúlea. Fuentes de Podemos consultadas por THE OBJECTIVE inciden en que decir que están en riesgo los Presupuestos por esta partida de Defensa es «excesivo» y que hay «terreno para hablar en detalle» en las negociaciones que haya a lo largo de los próximos meses. El primer hito en el camino será el techo de gasto que el Gobierno apruebe a finales de este mes de julio y lo remita a la Cámara baja.
«El punto del partido siempre es el mismo», reconocen las citadas fuentes ante la clara oposición que hay ahora entre las declaraciones de Sánchez y Belarra, y lo que luego puede suceder como en años anteriores, donde los Presupuestos han salido adelante tras los tira y afloja entre los dos partidos que forman la coalición. «Una cosa es gasto en armamento, otra es gasto militar y otra cosa es gasto en defensa. Por no hablar de los PEAs (Programas Especiales de Armamento), que van por fuera de los PGE», subrayan desde la formación morada.
Precisamente, el último acuerdo se suscribió hace unos días con la firma de un contrato de más de 2.000 millones euros por esta vía para la adquisición de 20 aviones de combate ‘Eurofighter’ que sustituirán a los obsoletos F-18 que operan en las islas Canarias. Los primeros cazas se entregarán en 2026.
«Tenemos que ver cuál es el planteamiento y los detalles. Por ejemplo, qué carga industrial implica en términos de empleos y de qué proyectos se trata», hacen hincapié las fuentes de Podemos antes de invitar a los socialistas a que coloquen las cartas sobre la mesa. Por ejemplo, hay un área de las Fuerzas Armadas que el partido de Belarra estaría encantado en fortalecer. Concretamente, el de la farmacia militar para la fabricación de genéricos. «¡Ese es un gasto en defensa que nos interesa!», recalcan.
En lo que Podemos sí adelanta su oposición es a la ampliación de la base naval de Rota para albergar los nuevos destructores de la Armada estadounidense y a la autorización del Congreso que se requiere para el aumento de los buques -de cuatro a seis-. Sánchez señaló este jueves, al término de la cumbre de la OTAN, que espera llevar «pronto» al Consejo de Ministros dicha autorización.
En todo caso, los plazos los determinará la Administración Biden, pues Defensa tiene que esperar a tener en sus manos la propuesta formal de EEUU antes de aprobar la petición en Consejo de Ministros y buscar el respaldo parlamentario. Fuentes gubernamentales dejaron claro durante el cónclave aliado que ven difícil que Washington dé el paso en este 2022, por lo que el apoyo de los grupos no se necesitaría previsiblemente hasta dentro de un año.
