PSOE y ERC negocian otro indulto para que Marta Rovira pueda regresar a España
Aragonès acudirá a su encuentro con Sánchez en Moncloa con el objetivo de buscar una solución en el caso de que el Supremo tumbe las medidas de gracia
Pedro Sánchez recibe este viernes a Pere Aragonès en La Moncloa con un otro posible indulto sobre la mesa. El jefe del Ejecutivo y el presidente de la Generalitat retoman unas negociaciones en las que se incluye la posibilidad de que la dirigente de ERC Marta Rovira regrese a España para entregarse ante la Justicia, siempre y cuando Moncloa se comprometa a garantizar un «segundo indulto» a los líderes del procés en caso de que el Tribunal Supremo acabe tumbando la medida de gracia concedida hace un año por el Gobierno, según ha podido saber THE OBJECTIVE de fuentes parlamentarias y jurídicas.
La secretaria general de ERC se fugó hace cuatro años a Suiza, donde continúa residiendo a pesar de que no hay ninguna orden europea ni internacional de captura activa en su contra desde julio de 2018, según han confirmado a este diario fuentes del Tribunal Supremo. No obstante, Rovira tendría que ser detenida si volviese a España. El Alto Tribunal la procesó en marzo de 2018 por delitos de rebelión por su participación en el plan rupturista y el referéndum independentista del 1-O.
Tras quedar en libertad condicional, previo pago de una fianza de 60.000 euros, el 23 de marzo de aquel año Rovira no acudió a su cita con el Supremo y se marchó a Suiza. Unos meses después, el juez dejó sin efecto las órdenes internacionales de detención contra Rovira y otros líderes del procés tras plantear una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que mantiene suspendidas las órdenes de búsqueda y captura en la actualidad.
El señuelo de la amnistía de ERC
Aragonès regresa a la mesa de negociaciones con Sánchez este viernes con la exigencia de una «amnistía», según ha revelado en público el propio president de la Generalitat. Sin embargo, en privado, fuentes parlamentarias consultadas por este diario afirman que esa es una «exigencia de máximos» sobre la que empezar a negociar. Están abiertos a un acuerdo intermedio.
En este sentido, las mismas fuentes parlamentarias admiten la intención de ERC de «hablar de la vuelta de los exiliados antes de que sea demasiado tarde», en referencia a un posible cambio de gobierno en Moncloa.
Fuentes jurídicas, por su parte, afirman que ERC estaría dispuesta a aceptar que Rovira regrese a España y se entregue ante el Supremo. A cambio, le pedirán al Gobierno de Sánchez que se comprometa a conceder un segundo indulto a todos los líderes del procés en caso de que el Alto Tribunal acabe resolviendo en contra de la medida de gracia otorgada a los condenados por el proceso independentista.
El pasado 24 de mayo, y tras un cambio de composición en los magistrados que integran su Sección Quinta, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo se corrigió a sí misma y acordó admitir a trámite los recursos presentados por el PP, Vox y tres diputados de Ciudadanos contra los indultos que concedió el Gobierno de Sánchez a los nueve líderes del procés condenados en octubre de 2019 a penas de prisión por el delito de sedición (y no por el de rebelión, por el que fue procesada Rovira).
Como informó THE OBJECTIVE, este cambio de criterio originó mucho malestar en la institución, con jueces que consideraron que afectaba a a la «seguridad jurídica» que debe regir en un Estado democrático.
El precedente de Serret
Los choques en el seno del Gobierno de coalición, la incertidumbre económica y la caída en las encuestas del PSOE y Podemos, parecen haber activado las prisas de ERC por garantizar un nuevo indulto a Oriol Junqueras y el resto de sus líderes en caso de que el Supremo tumbe las medidas de gracia concedidas por Sánchez el año pasado.
Mientras Lluís Puig, exconseller de Cultura fugado a Bélgica, se mantiene alineado con la «estrategia en el exilio» de Puigdemont, Rovira podría representar otro caso Serret. La exconsejera de Agricultura se entregó de manera voluntaria en el Tribunal Supremo el 11 de marzo de 2021 tras tres años huida de la Justicia.
Su vuelta no comportó la privación de libertad y solo fue condenada por desobediencia. Aunque las fuentes consultadas indican que la situación de Rovira es más compleja a nivel procesal que la de Meritxell Serret, también es cierto que la secretaria general de ERC está cansada de su situación. A su llegada a Suiza ya atravesó una depresión, y su regreso dejaría a ERC sin «exiliados», mientras que Junts mantiene a Puigdemont, Clara Ponsatí, Toni Comín y Lluís Puig. Y la CUP tiene a Anna Gabriel, también en el país helvético, por desobediencia y no por rebelión.
El papel negociador de ERC
De puertas para afuera, ERC puja por la amnistía a los «represaliados por el Estado». Es decir, no solo a los políticos implicados en el procés, sino también a activistas que tienen procesos judiciales abiertos por causar altercados en manifestaciones a favor de la independencia.
El pasado martes, los de Pere Aragonès propusieron acelerar la Ley de Amnistía en el Parlamento catalán e instaron a los «dos gobiernos a desjudicializar el conflicto político». En la misma línea, las entidades Òmnium Cultural y Amnistia i Llibertat presentaron el pasado 22 de junio de 2021 en el registro del Congreso de los Diputados, en ejercicio del derecho de petición y acompañada de más de 200.000 firmas, una solicitud para que se tramite una Proposición de Ley Orgánica de Amnistía.
La solicitud incluía, de acuerdo con lo estipulado en la Disposición Adicional 1a de la Ley Orgánica 4/2001, la petición de que se convoque, en audiencia especial ante la comisión parlamentaria competente, a los representantes de las entidades promotoras para expresar los motivos de la petición, y hasta la fecha no han sido convocados.
Por todo ello, ERC, Junts, PDeCAT y la CUP registraron una solicitud de comparecencia del presidente de Òmnium, Xavier Antich, y de Daniel Villalaín, presidente de Amnistia i Llibertat, ante la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados.
Sin embargo, Junts ha marcado distancias con el indulto. La portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, reprochó este miércoles a ERC que dijera que la apuesta «útil» del partido favoreció la concesión de los indultos. A juicio de Nogueras, la medida de gracia «no ha servido de nada» respecto al «proceso de liberación nacional».
Pero ERC sigue su línea, sin mirar a sus socios catalanes. Y por esta razón, poco antes del encuentro entre Sánchez y Aragonès, el partido ha calentado los motores con distintas propuestas (también se ha abierto a apoyar una reforma del delito de sedición instigada por los comuns) para ir a la cita en una posición de fuerza que les posibilite alcanzar el mejor acuerdo posible, como unos segundos indultos.